sábado, 30 de noviembre de 2013

DESPIDIENDO A PAPÁ...Mi mejor amigo


DESPIDIENDO A PAPÁ
I

Tengo mucha pena, y cada cierto rato rompo en llanto.
Es difícil que me haga el ánimo de ir al hospital a ver a mamá.
Ella notaría mi estado emocional.
No creo poder mentirle sobre lo que ocurrió con papá.  
He estado así todo lo que va de la mañana.
Estoy muy solo en la casa familiar.
II
En una casa vecina,
un perro con su aullido intermitente
es el único compañero en éste
 dolor del alma que ahora empaña mis ojos.
Un poco de aseo en casa, alivianan esta carga de tristeza 
ahogando y encubriendo esta pena que ahora siento.
No busco explicaciones,
creo que están de más,
Aunque las coincidencias evidencian la situación
de  despedida en el que me encuentro.
III
Al final si fui a ver a mi madre.
Que dolor saber que la verdad va a doler más
que el mismo infierno que ahora ella está padeciendo.
Ya las preguntas sobre su esposo son cada vez más frecuentes y
el sufrimiento de aclararle sus dudas aumenta.
El  alivio que nos queda
es saber que aun la historia no llega a su fin.
Lo peor es
saber que la tormenta que azota a esta familia
 aún no termina de pasar.
IV
Acabo de ver tu cuerpo
estaba inerte esperando su siguiente estado.
Cuando recuerdo como hiciste para mover todos los hilos
y poder despedirte de mamá.
Sí, ese esfuerzo tremendo en tu silla incompleta.
Tú intuías el final
Y aunque pude ver que parecías mejorar eran sólo chispazos de ello.
Pocos tuvieron la oportunidad de saber cómo quedaste después
de aquel esfuerzo inconmensurable con tu cansado cuerpo. 
 También pocos escucharon como llamabas a mamá
echándola de menos o pidiendo su ayuda
para súbitamente quedar en blanco y exclamar:
 “Pucha se me había olvidado”.
O
“Que pena tengo.
Podría ser yo a quien le pasó lo que a ella”
Padre mío, como decía una tarjeta,
 tu dulce y eterna novia estaba lejos
y poco o nada podías hacer para remediarlo,
Tu empuje fue mayor,
 hiciste tu último esfuerzo contra todo pronóstico y la fuiste a ver.
Pudiste verla
Conversaste con ella por última vez.
Tu corazón lleno de amor había dado su último y mejor esfuerzo
Pero también sabía que había recibido la estocada final.
Lo pude presenciar.
Los últimos cuatro o cinco días
sufriste las consecuencias de tu valor,
tu perseverancia,
empuje y pasión.
Tu última misión la habías sabido cumplir.
Estas burdas palabras,

 entremezcladas con lágrimas
 expresan mis sentimientos y admiración
que por ti sentía y siempre sentiré.
Diferencias a veces las hubo, era claro,
somos y fuimos siempre personas diferentes.
Y con disimiles puntos de vista;
Pero a tiempo llegamos a reconciliarnos.
Tuve la suerte
de poder decírtelo el último día que te vi con tu cuerpo vivo.
V
El sabía más que yo
lo cansado que estaba y sólo añoraba su descaso,
y así lo hizo.
 “Hijo por favor necesito tal cosa, ¿puedes pasármela…? “
Que sorpresa me daba con su frase,
hasta el final fuiste ser grande y respetuoso
Papá, siempre te consideré mi mejor amigo
y ahora estás en otra forma de existencia
te mantengo conmigo en mi corazón,
mis sentimiento, recuerdos
y palabras
Nuestro siguiente encuentro será pronto,
tus cenizas nos acompañarán por un tiempo en nuestro hogar
esperando la mejor oportunidad para ser despedido
por tu novia eterna,
mi madre.
Y así poder descansar en paz.
Mientras tanto mis lágrimas continúan empañando mis ojos.
En verdad no creí que doliera tanto despedirme de ti.





jueves, 24 de octubre de 2013

EL CUADRO DE DORIAN

          Mucho me ha rondado la idea de un alma personal que pueda reflejarse en el exterior, de modo análogo a como lo hace el retrato de Dorian Grey en la célebre obra de Oscar Wilde. Pero esta vez, no sería el retrato el que reflejaría la propia interioridad personal, sino que esta se reflejaría en  el propio cuerpo, sus simetrías y asimetrías, sus fortalezas y sus debilidades, sus éxitos y sus derrotas, incluyendo en estas últimas las imborrables cicatrices, cicatrices que dan cuenta que no te mataron, pero que te acompañarán hasta el final de tus días.
          

jueves, 19 de septiembre de 2013

CUANDO EL DESEO DE DESCANSAR SE HACE IMPOSTERGABLE

     Se que es lo único que nos hace común a todos y  es obviamente una verdad inevitable que está al acecho. Incluso esta verdad puede llegar antes de tiempo, como casi me ocurre hace poco tiempo. Ahora, debo decir, en el mejor casos, el desenlace puede llegar a una edad avanzada, casi como debiera ser. En tal caso, dicho descanso llegaría como una bendición. 

miércoles, 18 de septiembre de 2013

CONMIGO MISMO

- Acabo de redescubrir que puedo plantear mis interrogantes personales a modo de metalogo, y  escribir sobre la tremenda decepción que es hacerse partícipe de mi vida sin atreverse a vivir la propia, darse cuenta que el modelo elegido, está muy lejos de la perfección, es más, ni siquiera la concibe como parte del grupo de creencias valóricas que harían concebible siquiera pensar en un perfeccionismo utópico.
- ¡Si tu lo dices!
- Así es, yo lo planteo. Pues quien mejor sabe qué me gusta, qué deseo,  qué es lo que puedo, y qué es lo que me atrevo hacer, ser, y/o experimentar.
     Estoy consciente que es mi mente la que tiene el conflicto, pues mi cuerpo, dentro de sus inimaginables potencialidades ha podido regenerarse, no sólo, hay que asumirlo que con un esfuerzo considerable profesional y tecnológico de terceros,  de un tremendo accidente. No hay otra forma de explicar que yo no haya muerto en él. Las reacciones realizadas fueron muchas, y tuvieron como única orientación salvar mi vida. Estoy cierto que si aquella misión se la hubiera encomendado a mi mente consciente, en este momento no estaría escribiendo esto y mi epitafio señalaría la fecha del mes de abril. Mi metabolismo más primitivo es el que ha salvado mi vida aunque, desconoce qué podré hacer próximamente con ella, pues mi mente y el cerebro, con mucha probabilidad no se encuentra a la altura de las circunstancias.
- Parece que te saliste del tema que me querías plantear...
- Tienes razón. Lo que quería plantear se relaciona en algo que escribí hace algún tiempo en este sitio sobre ser algo así como el "submarino amarillo", de entidades más livianas y sutiles, pero que no comparten mis singularidades y creencias,  y además se atreven a juzgar algunos de mis actos. ¿Es acaso que soy aun tan salvaje?, ¿Es que acaso mi mente aun pertenece al de algún primate escapado de un zoológico?...
 

viernes, 6 de septiembre de 2013

CUANDO EL CUERPO PIDE AGUA: Un jeringazo es la respuesta que me hizo alucinar...

     Así es. Llevaba más de un día sin tomar agua, mi cuerpo estaba seco y mi piel resquebrajada. De mi brazo izquierdo emergían unas "mangueritas" que terminaban en bolsas plásticas que pendían de unos ganchos.
     Mi cuerpo dolía, aunque podía mitigarlo si presionaba un interruptor que inyectaba analgesia, aunque hacia sentir mucho calor y aumentaba mi sed.
     A cargo del cuidado de mi persona estaba una enfermera de lentes muy delgada que eventualmente se acercaba a mi cama para preguntarme si necesitaba algo.
- Agua, le respondí, tengo mucha sed.
- Don "R", espéreme un momento, voy a ver que puedo hacer.
- ¡Hum!, parece que conseguí una aliada. Bueno saberlo. Ojalá me de un poco de agua.

      Y cumplió, aunque pasó bastante rato volvió con lo que necesitaba. Con una jeringa grande, que con mucho cuidado puso en mi boca, una cantidad que debía superar los 180 cc hicieron que quedara gratamente  impresionado de aquella persona, pues lo hizo con cariño.

     Al poco rato sentí que mi cuerpo se refrescaba y al cerrar los ojos comencé a alucinar... con ella, la musa que me dio el jeringazo con agua.

jueves, 29 de agosto de 2013

SOLO HOY ME ENTERE

Mientras me venía a la casa en el móvil, conversaba con el conductor:
- ¡Bueno!, y a usted, ¿que fue lo que le paso...?, Preguntó.
Yo por supuesto, comencé a relatarle los hechos. Para que voy a mencionar que me he vuelto algo "mototematico".
     En fin. Así va la cosa...
- Así que fue usted. "Fíjese que acá en el hospital se decía que había muerto un GGSS en un accidente de transito, y que éste, incluso había trabajado aquí. Para otros, algo más informados, Usted estaba muy grave, pero no había muerto...". No sabía que se referían a Ud.
      Con  ese comentario llegué a casa para hacerle  saber a mi esposa, y en el acto comenzó la conversación. Al parecer nadie daba una "chaucha" por mi futuro, incluso ella se había ido de reto de parte de un medico cuando insistió en preguntarle si existía alguna esperanza. El médico fue terminante, y practicamente sentenció, "Con las heridas que su esposo tiene, y considerando el accidente que tuvo cualquier otra persona habría muerto", y él continúa respirando
     Me siento muy afortunado de tener la oportunidad de poder escribir estas líneas. 

viernes, 23 de agosto de 2013

MI PSIQUE SE HIZO PERMEABLE ...¿O todo fue fantasía?

Llevaba ya varios días de consciencia y estaba siendo atendido por varios médicos, enfermeras y paramédicos, los que se sucedían de acuerdo al turno correspondiente. Me daba cuenta que las noches eran noches sólo por el movimiento que existía a mi alrededor.
     En uno de los turnos me fue presentada una paramédico de nombre Nanda. Hermosa, una morena de esas que uno no olvida fácilmente. Joven y fuerte, ella era capaz de moverme y de acceder a mis sugerencias para temas tan delicados como el aseo diario de un politraumatizado que además debía soportar fracturas a nivel de columna y costillas.
     No había vergüenza, conocía cada uno de mis secretos más íntimos que escondía mi cuerpo y el respeto de dicha intimidad se ponía de manifiesto a diario.
     Era un fin de semana y a mi me habían llevado a otra parte, querían enseñarme un juego que luego descubrí la esencia de su funcionamiento, Este era el denominado "Mente súper ocho". Luego de aquella afiebrada pero emocionante sesión y ya de noche me ubican en mi cama tipo mecano un lugar aparentemente desconocido, encima de las barandas superiores de la cama varios paños pendían casi como un tendedero de ropa en el patio.
     Ya de noche y yo sin poder conciliar el sueño veía como el Capitán de fuerzas especiales, cuyo nombre no recuerdo deambulaba por el lugar.
     Mi cuerpo se encontraba sudoroso y afiebrado deliraba, un sinfín de figuras con forma de ropajes transparentes flotaban por mi entorno, cada vez estás imágenes iban en aumento. Yo disfrutaba lo que ocurría como si fuera la mejor de las fiestas de sábados de mi tiempo adolescente. Casi no me daba cuenta que me encontraba amarrado  de pies y manos y en posición semi sentado. Mi boca sedienta añoraba un vaso con agua, un jerigazo o al menos un poco de algodón humedecido para mis labios. Me encontraba en esa situación cuando, casi sin darme cuenta, y con todas esa figuras livianas y transparentes flotando en mi entorno aparece Nanda, con un vaso con agua, mi salvación. Pero había algo extraño en mi mente, me encontré en la siguiente situación, mi mente que otrora se encontraba ocupada en la observación del fenómeno del flotar de las  "animas", ahora parecía haber ingresado a la mente de la hermosa y señorita paramédico.
La podía sentir "caliente", era en realidad una hembra en celo, y casi sin la posibilidad de descargar su energía en ningún macho. Estaba claro que estaba yo ahí, pero para ser franco, era indudable que mi situación de salud no me lo permitía.
Una hembra salvaje era la que se me había acercado a darme un poco de agua y yo me daba cuenta que no era sólo mi sed la que quería ser saciada sino que el cuerpo de ella también deseaba ser tocado. Estaba inquieta, tremendamente intranquila, y en mi entorno más y más figuras transparentes flotaban en el aire. Intenté tocarle una mano pero las amarras eras demasiado fuertes. Ella captó el deseo, qué quiere hacer don R, recuerde que tiene que recuperarse de sus fracturas, además usted no puede moverse, me hacía ver Nanda.
     El breve contacto con su cuerpo había sido suficiente para mí, aunque ella luego se alejó.
      Tuve que conformarme con mirarla a la distancia.
     Me dio gusto observar como emergía de su cuerpo su más salvaje animalidad cuando la vi enfrascarse en una discusión con empujones y todo. Nanda estaba fuera de sí y digámoslo por su nombre, su cuerpo anhelaba un hombre, un macho que la zamarreara un poco y satisfaciera su necesidad de sexo. Yo no podía, sólo me quedaba ser el espectador, aunque ya eso para mí era una gran experiencia. Me preguntaba a mi mismo si yo bueno y sano, luego de mi recuperación podría con esa tremenda hembra en celo. A seis meses de aquel evento aún me lo pregunto. Mi cuerpo ya no es el de antes, aun duele mucho.
     Imaginen quien se ganó el preciado loto acumulado que evidenciaba esta morena ardiente, nada menos que el capitán que deambulaba por los pasillos en busca de quizás que terrorista loco que había caído herido y que se encontraba  también en la U.C.I. Que suerte dije yo para mi mismo, yo con mis alucinaciones de ánimas flotando por el aire y la princesa india había encontrado que  alguien pudiera satisfacerla como ella en ese momento requería. Qué lástima no haber sido yo el que estaba sano aquella noche, pero que va,
     Una puerta verde se cerró luego que la pareja hizo ingreso a la habitación  del primer piso. Cerca de aquella habitación y detrás de unas pesadas cortinas otra mis amigas enfermeras se revolcaba con uno de los kinesiológos, de ambos lados oía los gemidos de placer. Mis imágenes flotantes se confundían con la música de salsa cantada por Celia  Cruz, en sus mejores años de juventud. Una negra sensual, tremendamente seductora que comenzaba a configurarse en una especie de calendario colgado en la pared. De súbito, las imágenes que flotaban alrededor comenzaron a transformarse en la vestimenta de Celia, quien al son de la música cubana se iba desprendiendo de ella, mientras su rostro se transformaba en el de Nanda.
     Al poco rato salió el capitán de la habitación. La pareja que se había ubicado detrás de los cortinajes verde billar salió luego. Por lo que escuchaba, al parecer estaban sin preservativos y él, el kinesiólogo había decidido terminar afuera. Después de un rato aparece Nanda algo malhumorada, al parecer el capitán había sido insuficiente para satisfacerla, Yo por mi parte continuaba con las alucinaciones febriles de figuras blanco transparentes y el striptease de Celia en el calendario de la pared.
     Era Obvio, la leona había quedado insatisfecha andaba tras de un macho que la saciara. Nanda se paseaba de un lado a otro cuando aparece otra paramédico rubia, algo mayor que ella. Algo se dicen y nuevamente la leona se encierra con esta nueva opción. 
      Era  impensable para mí no deleitarme con esta nueva opción, mientras más de media docena de mangueritas salían y entraban de distintas partes de mi cuerpo, algunas para ingresar fluidos y otras para sacarlos de él. Adentro de la habitación ambas amazonas se revolcaban en la cama, quizás pensando en que para la mujer es más fácil, pues satisfecho el deseo ya después viene la relajación, el descanso y el olvido, no como a los hombres que sienten vergüenza y jamás olvidan.  Casi podía escuchar lo que ellas pensaban.
     Para mala suerte  de ellas, la auxiliar de aseo, ya de edad avanzada y valores algo extemporáneos ingresó intempestivamente a la habitación y se encontró con el pastelito, poniendo el grito en el cielo.
     Al poco rato sale la rubia paramédico, algo despeinada y luego la fogosa Nanda.
     Quizás ese fue el momento en que comencé a tener más deseos de mejoría y conocer en mejor forma a este tipo de mujer, sensual, fogosa y deseable.

viernes, 21 de junio de 2013

EN ALGUN MOMENTO DEBÍA DESPERTAR, PERO ¿DÓNDE?


HASTA QUE DESPERTÉ: ¿PERO DÓNDE?

 


Me encontraba atado de pies y manos, y estaba acostado en una cama tipo mecano. Lo último que recordaba es que había tenido un accidente en la ciudad de Rancagua y yo había quedado lesionado. Una vez constatado este recuerdo verifico nuevamente la situación, de mi brazo izquierdo constato que emergen varias mangueritas que van hacía unas bolsas plásticas que penden de una especie poste pequeño con ganchos. Había varias de estas bolsas que enviaban, imagino, medicamentos a mi cuerpo. Mi otro brazo se encontraba inmovilizado y los dedos estaban como aprisionados en una funda color azulina. Sentía como si el hombro estuviese afiebrado.

En aquella sala estaba solo. Una puerta corredera de vidrio entreabierta me permitía ver el poco movimiento que había en el hall contiguo. Debía ser de noche sin duda, y yo me sentía algo afiebrado.

Intenté llamar a alguien para pedirle agua para beber pero la gente que circulaba por el hall parecía no escucharme. Desconocía quien era quien, enfermeras, paramédicos, auxiliares de aseo, todos con una función específica, con uniforme específico, pero que para mí era absolutamente desconocido. Como también lo era la imposibilidad de tomar agua para la sed.

Debía estar en Santiago, en la Mutual sin duda, pero ¿hace cuánto tiempo?

 
Varias semanas más adelante me enteré que llevaba ocho días en un coma inducido y  que me encontraba en la MUTUAL de Santiago, específicamente en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Y Mi diagnóstico, politraumatizado. Efectivamente, luego de la caída, un vehículo pesado había pasado una de sus ruedas por encima de mi cuerpo y aunque aun estaba vivo, debía soportar 20 fracturas y un pulmón colapsado. Sin duda me encontraba en una posición incómoda.
 

miércoles, 19 de junio de 2013

BAJO EL ALERO DE TANATOS

Mi decisión de iniciar el aprendizaje de motos había sido postergada por bastante tiempo. Poner atención a comentarios disfrazados de nobles consejos, sueños clarísimos con temas contrarios, bromas, recuerdos de siempre y el mismísimo sentido común eran uno.
- Pero, Easy Ryder?
- Y  por qué no?
Quizás vale comentar la profunda pena que cargo desde que se alejó mi hijo de mi persona ... ¿Para sécula seculorum?, nadie sabe.
De igual forma, mientras conducía mi Nitrox me sentía pleno, completamente vivo y feliz. Cada día que la montaba era un día más de placer y en la intimidad de mi mente surgía el herético pensamiento: "Un día más burlando a la muerte".
Debo ser enfático, eso sí, en lo posible siempre conduje con la responsabilidad y prudencia debida.
Nueve meses duró este juego de"burlarse" del destino. 
La ganancia obtenida de esto, una prolongada y dolorosa recuperación física, la que espero me den el tiempo suficiente para reflexionar y convertirme en mejor persona.

 

UNIVERSOS ALTERNATIVOS: Una realidad paralela

HISTORIA TRAGICA
I

Es de noche, pasadas la media noche, y Rolando todavía np llega a casa. Su esposa comienza a preocuparse Suena el teléfono móvil.

 

-      Aló, aló. Hablo con la residencia de don Rolando Franco?

-      Aló, Sí… Con quién hablo?

-      Srá. Lamento decirle que don Rolando ha sufrido un accidente… y ha fallecido!...

-      Disculpe, con quién hablo?, lo que usted me dice es terrible, y ni siquiera sé quién es usted.

-      Disculpe Sra. Soy la Capitán Raquel Miranda, de la prefectura oriente de la ciudad, y me temo que lo que le acabo de decir es verdad. Su esposo sufrió un grave  accidente en la carretera y no sobrevivió.

-      Pero ¿Qué pasó?.

-      Más detalles no le puedo entregar pero el cuerpo fue llevado al servicio médico legal para los exámenes de rigor. Necesito que mañana se presente en dicha dirección para su reconocimiento, ahí le daré más detalles de lo ocurrido. El cuerpo podrá ser retirado por la tarde. Disculpe no puedo darle más información y… lamento lo ocurrido. Hasta luego.

 

Termina la llamada y la Sra. Clara queda pálida y sin palabras. Luego de un prolongado silencio rompe en un llanto amargo y desesperado…

 

-      ¿Que ocurre Mamá, qué te pasa?, pregunta su hijo Pablo que vive en la casa con ellos…

-      Pablo, (entre sollozos), me han llamado y me han dado una noticia terrible, Rolando ha sufrido un accidente y ha muerto… no sé qué hacer (entre gritos desgarradores), dice Clara, no sé qué hacer…

-      Cálmate mamá, ¿la persona que llamó te dijo algo?

-      Sí. Mañana debo presentarme en el Servicio Médico Legal para reconocimiento del cuerpo. Ahí ella, la Capitana, que no recuerdo su nombre me dará los detalles de lo ocurrido.

-      Cálmate mamá ya es tarde, anda a acostarte, puede que todo sea un mal entendido, mañana veremos. Yo te voy a acompañar a ese lugar. Ven, tómate esto y anda a acostarte (Pabló le da una fuerte pastilla para dormir a su madre y la acompaña un buen rato hasta que se duerme.

 

Al día siguiente, Clara se levanta muy temprano, Pablo ya estaba en pie para entonces.

 

II

 

         Sorpresivamente suena el móvil, hacía ya tiempo que no se escuchaba aquella melodía característica.

 

-      ¿…Contesto…? Le pregunta Clara a Pablo… Después de sonar un rato, Clara decide contestar… ¡Aló!, ¡Aló!...

-      Aló (se escucha una voz masculina al otro por el auricular). Disculpe, me puede comunicar con mi papá por favor (se escucha una voz sorprendida). Un  silencia profundo se hace sentir en la comunicación. Aló, me escucha, se encuentra mi papá?, por favor, ¿me escucha…?

-      Aló, sí, lo escucho. ¿Hablo con Rodolfo Franco…?

-      Sí, Si, ¿usted habla con Rodolfo Franco, se encuentra él? (ya con un tono algo impaciente por la espera…).

-      Rodolfo, tengo una dolorosa noticia que darte, tu papá falleció hace ya siete meses…

 

Ahora el prolongado silencio se produce en el otro lado de la línea.

 

-      Aló, pero este es el número del celular de mi padre, ¿Por qué lo tiene usted?

-      Rodolfo, yo soy la… era la esposa de tu padre, él falleció hace siete meses en un accidente en la carretera…

 

Se produce un nuevo silencio, hasta que luego, Clara se da cuenta que Rodolfo Franco ha desconectado el móvil.

martes, 18 de junio de 2013

SUEÑOS, ENSOÑACIONES Y DELIRIOS: "y ahora cómo hago para comunicarme?

Era de tarde aunque algo oscuro. Me había enterado que me trasladarían a la clínica integral en la noche y eso quería decirle a Calú pero no podía hacerlo, no podía hablar pues tenía un dispositivo desde la boca hacia la tráquea que inmovilizaba mi lengua.
Había llegado caminan con el brazo con cabestrillo y me ubiqué delante de ella quien se encontraba sentada conjuntamente con mis padres.
A Calú le pedía insistentemente con mímica si ella tenía un lápiz y un papel para indicarle en forma escrita en donde iba estar. Lo hice muchas veces con  gestos pero ella parecía no entender. comencé a entrar en pánico pues la luz del día se iba y luego no sería posible comunicarnos, finalmente no logramos hacerlo y me llevaron hacia adentro.

SUEÑOS, ENSUEÑOS Y DELIRIOS: Surge el miedo

¿DONDE ESTOY...?

Nuevamente, llegaba caminando a un lugar desconocido. Me encontraba con tenida deportiva, brazo en cabestrillo y no podía hablar. En aquel lugar, que era como el camarín y administración de un gimnasio. Se encontraba mi señora Calú, Carola y su pequeña hija Eleonora. Se decía que el lugar, el barrio era peligroso y yo debía servir como guardia de seguridad encubierto en dicha instalación. Sin embargo yo me encontraba bastante disminuido físicamente y temía la vuelta a casa, pues debía hacerlo caminando y realmente mi caminar era muy tambaleante. Tenía mucho miedo.

RECAPITULEMOS: Un lunes de trabajo como cualquier otro

De mañana, suena el despertador a hora habitual, me levanto a la ducha y luego vestir el uniforme y desayunar. Algunos momentos para ver las noticias en TV mientras recordaba el entrenamiento físico del día de ayer.
Estaba bien en el tiempo y mi ánimo era bueno.
justamente en la noche, conversando con mi señora le hice ver lo inoficioso de tener el celular encendido, que lo apagara para que descansara tranquila. Los últimos retoques, la despedida y salgo para iniciar el trayecto en mi NITROX.

Hasta el momento todo bien, todo en flujo, las luces verdes se me iban dando y yo a cuarenta y hasta cincuenta por hora hacía el recorrido de siempre.
Ya por la calle Millán se veía movimiento, delante mío, un típico Bus LINK, que transporta operarios para la mina se veía a cierta distancia, por el carril derecho. Por mi parte, evalúo la posibilidad de adelantarlo y tomo las providencias del caso, mantengo mi carril izquierdo, acelero, diría a sesenta e inicio el adelantamiento. De improviso veo que este vehículo mayor comienza a moverse y yo quedo justo en la mitad de él bus. El impacto era inminente. Con todas las fuerzas aplico ambos frenos esperando que la ronceada no me fuera a dirigir caerme bajo la máquina mayor. Al caer, me deslizo sobre el pavimento y mientras lo hacía pensaba: "Parece que hasta aquí no más llegué..."

Luego todo se oscureció por un momento, y en un tiempo como detenido sentí que era aplastado por un vehículo que pasaba sobre parte de mi cuerpo.
No sentía dolor

SUEÑOS, ENSUEÑOS, DELIRIOS: Cuando la autoridad peca de prevaricación

"Era de noche y yo llegaba caminando con pijama y un cabestrillo en mi brazo izquierdo a la entrada del centro asistencial. En esta entrada se encontraba el director del hospital, encarnado en el director de la Mutual de Rancagua. Estaba arriba de las escalinatas de la entrada y en una postura de emperador romano en el senado. Ante mi expresión de pregunta el director sentenciaba: "La situación es grave, tiene laceraciones internas que hay que evaluar. Tiene comprometido el hígado y el pulmón derecho, lo tendremos en observación".

Así había escuchado la sentencia. En la realidad yo me encontraba en coma inducido como luego, a las semanas me contaron.

SUEÑOS, ENSUEÑOS, DELIRIOS O LISA Y LLANAMENTE ALUCINACIONES: Primeras manifestaciones.

La Situación:
 
                 El dolor comenzaba sentirlo y había pedido morfina para tratar de paliarlo. Los paramédicos al interior de la ambulancia, luego de sacarme algunas vestimentas, me ponían la ventilación mecánica.

Luego de un momento de oscuridad, sentía que era bajado en camilla y trasladado hacia el centro asistencial desconocido. Volvía a pedir morfina para el dolor y los paramédicos me invitaban a calmarme. Al poco rato sentía como en el centro asistencial comenzaban a romper mi ropa. Todo se fue a negro.
 
"De pronto me encontré despierto y sentado. Estaba oscuro y mi espalda se apoyaba en una supuesta pared blanca. Escuchaba voces y sonidos musicales, mucha gente joven deambulaba a mi alrededor. Al parecer me encontraba en una casa en la que se realizaba una fiesta, en México. Cerca mío dos mujeres hablaban, una era una doctora y la otra parecía ser su hija. Tenían acento trasandino, parecían ser las anfitrionas.
Al mirar hacia el lado me percataba que más jóvenes de ambos sexos se unían a la fiesta. Todo se veía tranquilo y entretenido, casi feliz; a pesar que yo, sentado, casi no podía moverme. A la distancia escucho la frase, "ya va a ser hora de comenzar la tortura". Al momento me asusté pues entendía que el torturado iba a ser yo pues era el único que no había sido invitado y era desconocido para el medio.
 
Al momento, la voz suave de una joven se me acerca y me susurra al oído con acento de argentina "no se preocupe, yo lo voy a cuidar". No logré ver quien era, pues había oscuridad. La fiesta se había armado pero yo no lograba disfrutarla".


"A la mañana siguiente me encontré sentado, esta vez fuera de la casa, era de piedra, como una fortaleza medieval aunque no tan grande. Estaba helado y nos encontrábamos en la precordillera, habían muchos alerces y muy cerca estaba la caída de agua de la laguna de Lencanto derramándose a través de una de las ventanas e inundando una perte del patio de la casa de piedra".

Me sentía tranquilo y contento, estaba solo y no habían huellas de la fiesta de la noche anterior.

lunes, 17 de junio de 2013

CAIDA EN MOTO CON BONUS TRACK

Me encontraba en estado de shock, algo había pasado encima mío y esto hacía difícil que yo pudiera incorporarme. Además, casi no podía respirar.
- Ayuda, ayuda!, gritaba, al tiempo que se me acercaban transeúntes.
- Por favor, ayúdeme, no me puedo levantar y casi no puedo respirar, mi brazo derecho no funciona, ayúdeme a sacar el casco. Al momento de liberar la cabeza y rostro sentí mayor frescor pero el ansiado aire aún era insuficiente. Caminé algunos metros y con la mano izquierda tomé mi celular. no había dolor alguno pero se veía venir. Hice un par de llamadas, después me aclararon que fueron tres. Logré comunicarme con mi supervisor y dentro de lo posible, con cierta calma le expliqué que había tenido un accidente en moto y que luego un vehículo me había aplastado parte de la espalda y hombro derecho. También le indiqué la ubicación de donde me encontraba. Por el móvil escuchaba a mi superior - calma muchacho, calma.
yo por mi parte escuchaba que la ambulancia venía en camino.
El tiempo parecía detenido. Recuerdo vagamente haber intentado recuperar la llave de mi querida moto, y haberle dicho a alguien que todos mis documentos estaban dentro de mi mochila. Alguien me dijo que no me preocupara, que ellos la buscarían y encontrarían los documentos.
Alguien me indica que la ambulancia había llegado y que me tendrían que acostar en la camilla. El dolor, al principio inespecífico, pero en aumento se confundían con la dificultad mía para respirar. Ya para entonces comenzaba a pedir que me inyectaran morfina pues el dolor iba en aumento al igual que mi desesperación.
Desconozco como fue el viaje, sólo recuerdo que comenzaron a sacarme el cortaviento y rasgaron mi campera y toda mi ropa. Es posible que ahí hayan iniciado el proceso de la ventilación mecánica. Yo ya no estaba consciente. Corría el primer lunes del mes de abril, era de mañana y aun todo estaba oscuro.
 

ENTRENAMIENTO AUTOGENO Y DESCANSO MENTAL

Desde hace más de 25 años oí mencionar el concepto "Entrenamiento Autógeno". Recuerdo a un profesor de la universidad que en más de una ocasión lo mencionó para luego contar la historia de cómo llegó él a conocer a alguien que lo practicaba.




Corrían los años 80, en su primera mitad. Este profesor, de Educación Física se le presntó la oportunidad de continuar sus estudios en Alemania, y por lo mismo debía viajar con cierta frecuencia. Su post título era nada menos que un doctorado en la especialidad. En sus continuos viajes a la ciudad de Colonia, obviamente tenía contacto con otros colegas de otras latitudes. cabe mencionar que este profesor, aun siendo de origen chileno, sus ancestros y su forma de llevar la vida era de un carácter fuertemente teutón.




Según recuerdo, en una conversación en el avión, mientras viajaban hacia Europa, surgió el tema de como sobrellevar el cambio fisiológico producido por el traslado por diferentes usos horarios y el trastorno del sueño. Uno de los profesores simplemente mencionó el tema del entrenamiento autógeno y contaba que para él le bastaba con cerrar sus ojos, relajarse y concentrar su mente en una fórmula psicovegetativa, previamente aprendida. Como consecuencia de esta técnica, un sueño muy reparador, muchas veces en poco tiempo, y un profundo auto control de la mente y el comportamiento en la realidad onírica.
 

SUEÑO: El niño ciego

Iba yo en bicicleta- monociclo haciendo un recorrido antiguo por Santiago, específicamente por el macul. Al doblar hacia el norte, me encuentro con un niño ciego que venía en sentido contrario y debía evitarlo. Luego de continuar mi recorrido, nuevamente me encuentro con el niño ciego, al lado suyo venía otro que evidentemente deseaba pedirme dinero. trato de evitarlo y desvío mi recorrido hacia la derecha, por la vereda y se me acerca una mujer joven y buenamoza pero que carecía de los 4 dientes incisivos. Cuando la miro bien ya los tenía y obviamente se veía muy bien. también me pedía dinero. Continúo mi recorrido en el monociclo y llego a un colegio, este estaba ubicado ya en Américo Vespucio, una zona que también se reitera con cierta frecuencia. Al interior, me salen al encuentro dos mujeres, una de ellas era Sabta quien me saludaba cariñosamente, Se veía bien y como siempre muy elegante, aunque su rostro tenía un vistoso acne. La otra mujer no quizo saludarme, su rostro, algo desfigurado, como si tuviera alcohol en el cuerpo, se parecía lejanamente también a una ex alumna que recuerdo vagamente, de apellido Castro, pero que muchas personas que la conocieron la mencionan con mucha frecuencia como si ella hubiese sido muy popular.


Al llegar al Colegio, me esperaban para que optara por algunas horas de clases, y nos sentamos a la mesa para desayunar junto a otros profesores que no conocía. yo me siento en un lugar y al lado mío se sieta la mujer que no había querido saludarme, yo me levanto y me cambio de silla y me siento al lado izquierdo de Calú.


martes, 11 de junio de 2013

PRESENTIMIENTO: Incubación para una inseguridad

Recuerdo ya hace mucho, cuando aún contaba con sólo 12 años. Me encontraba en vacaciones de invierno en San Fernendo, Sexta Región. En aquella oportunidad, justo antes de sobrevenirme un severo accidente jugando, cuya consecuencia fue una fractura de cúbito y radio que me tuvo a mal traer por varias semanas, surgió en mi mente un sentimiento que aún recuerdo y que es más o menos así: "No lo hagas, escucha el consejo, puede ser peligrosos en este momento...". Obviamente hice caso omiso de aquella extraña advertencia que surgía de mi mismo y que eran la fiel resonancia de lo que había dicho momentos antes mi tío, luego del almuerzo. Las consecuencias de aquella decisión tomada sin escuchar la advertencia que se me dijo significó un recuerdo que aún hoy, ahora con casi 50 años de vida aún tengo presente.

Desperté con una sensación, casi un sentimiento de inseguridad. Estoy preparándome para rendir un examen para obtener licencia para conducir motocicletas y hasta el momento todo iba viento en popa, los objetivos de aprendizaje tratados estaban siendo cumplidos uno a uno y mi confianza aumentaba día a día, sin embargo había despertado con esa extrañada e inconfortable sensación/sentimiento. Por otra parte, deseaba ir a realizar otra actividad, más de orden deportivo, entrenar trotando y un poco de gimnasia con máquinas. Hice caso omiso de esto último y preferí acceder a lo que tenía planificado en carpeta respecto a la enseñanza aprendizaje de la conducción en moto.

Era un día especial, debía comenzar a conducir pero esta vez con el casco protector puesto. El principio es que este elemento de seguridad puede salvarte la vida, sin embargo para alguien como yo que está aprendiendo una técnica, requiere de los cinco sentidos muy alertas y obviamente el uso del casco limita en algo estas posibilidades. Era como un reaprender algo, había un nuevo elemento a considerar y eso me ocasionaba ansiedad, ansiedad que se traducía de alguna forma como inseguridad, sentimiento que no había experimentado anteriormente en este proceso de aprendizaje, más bien todo lo contrario, siempre me había sentido fortalecido al iniciar la práctica, esta vez no había sido así.

Surgieron en el comienzo varias "distorsiones", por decirlo de algún modo, los parametros evaluativos que considero prácticamente se desplomaron, aunque luego yo le hecho en parte de culpa al uso del nuevo implemento: El Casco. Elementos del aprendizaje que consideraba ya aprendidos fueron en aquel momento practicamente olvidados. Sólo me estaba concentrando en lo que había que hacer de nuevo y no tanto en lo que ya había supuestamente aprendido. De alguna forma se había bloqueado mi mente

sábado, 8 de junio de 2013

EFIMERA ALEGRIA


O FELICIDAD EFIMERA

 

POCAS VECES FUI TAN FELIZ Y POR TANTO TIEMPO, Y LO PARADOJAL, POCAS VECES CON TANTO  DOLOR,  TANTOS HUESOS ROTOS, Y UN PULMON COLAPSADO. UN IDILIO CASI COMICO, SI NO FUERA POR EL DOLOR QUE SIENTE  MI CUERPO.

 

CREI EN MUCHAS OPORTUNIDADES QUE JUNTOS LLEGARÍAMOS LEJOS, PERO ESTA DESCONOCIDA ME HA DEJADO, AL PARECER, CURADO DE ESPANTO Y CON DOLORES          QUE PENETRAN HASTA LA PROFUNDIDAD DEL ALMA.

martes, 26 de febrero de 2013

SOLILOQUIO CON EL CELULAR

SOLILOQUIO CON EL CELULAR

(Pensando):

-           ¡Hum! Hace ya tiempo que no saludo ni converso con mi hijo, voy a llamarlo por el celular…)

Tomo el aparato, busco en la memoria y lo digito y espero el tono de marcar…

-          Aló, ¿Ricardo?, qué tal hijo mío, cómo has estado?..
-          Yo bien, algo cansado y con poco tiempo para descansar y dormir, pero bien, habiendo trabajo, (siempre he dicho eso), siempre voy a estar bien…

Un breve silencio.

-          Hacía varios días que no te llamaba y aunque a veces te cuente las mismas cosas yo en mi, siento que me comunico contigo, que te cuento mis cosas. Quiero que siempre sepas que tu hijo mí, es lo que más quiero en la vida y aunque no nos veamos de hace tiempo, aun así lo siento y por supuesto quiero que lo tengas claro.

(se me llenan los ojos de lágrimas)

-          Quiero que sepas que nunca te he mentido, y también quiero que sepas que yo he dicho la verdad a una tercera persona, estando tu en presencia de ella (tu madre) pero sólo tú sabes la verdad más real.
-          Tu sabes que tienes una hermana, una hija mía a la cual no conozco pero que sí la recuerdo  muy seguido, y ten por seguro que sí me gustaría conocer y cuidar. Es quizás esta la mejor forma que encuentro para que ella esté bien. Quizás más adelante te profundice aún más sobre ese tema.
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