viernes, 7 de febrero de 2014

ME SALVÓ LA VIDA

Haber aprendido y practicado respiración completa (abdominal), practicado eutonía entrenamiento autógeno y movimientos Feldenkrais. Haber entrenado preparación física y deportes de manera recreativa por muchísimo tiempo. Haber integrado elementos de funcionamiento triuno del cerebro, permitiendo que surgieran las mejores respuesta surgieran del interior de mi persona y con la ayuda de una existencia superior que coordinara todas las variables incluyendo los tiempos y la suerte.
     Más adelante, me mantuvieron con vida la suma de profesionales especialistas multidiciplinarios, que con su tecnología permitieron que mi cuerpo reaccionara adecuadamente y se mantuviera con vida y hasta la fecha con cada vez menos secuelas.

DESPIDIENDO A PAPA


DESPIDIENDO A PAPÁ

I Tengo mucha pena, y cada cierto rato rompo en llanto. Es difícil que me haga el ánimo de ir al hospital a ver a mamá. Ella notaría mi estado emocional. No creo poder mentirle sobre lo que ocurrió con papá.  He estado así todo lo que va de la mañana. Estoy muy solo en la casa familiar.

II En una casa vecina, un perro con su aullido intermitente es el único compañero en éste dolor del alma que ahora empaña mis ojos. Un poco de aseo en casa, alivianan esta carga de tristeza ahogando y encubriendo esta pena que ahora siento. No busco explicaciones, creo que están de más, Aunque las coincidencias evidencian la situación de  despedida en el que me encuentro.

III Al final si fui a ver a mi madre. Que dolor saber que la verdad va a doler más que el mismo infierno que ahora ella está padeciendo. Ya las preguntas sobre su esposo son cada vez más frecuentes y el sufrimiento de aclararle sus dudas aumenta. El  alivio que nos queda es saber que aun la historia no llega a su fin. Lo peor es saber que la tormenta que azota a esta familia aún no termina de pasar.

IV Acabo de ver tu cuerpo estaba inerte esperando su siguiente estado. Cuando recuerdo como hiciste para mover todos los hilos y poder despedirte de mamá. Sí, ese esfuerzo tremendo en tu silla incompleta. Tú intuías el final Y aunque pude ver que parecías mejorar eran sólo chispazos de ello. Pocos tuvieron la oportunidad de saber cómo quedaste después de aquel esfuerzo inconmensurable con tu cansado cuerpo. También pocos escucharon como llamabas a mamá echándola de menos o pidiendo su ayuda para súbitamente quedar en blanco y exclamar: “Pucha se me había olvidado”. O “Que pena tengo. Podría ser yo a quien le pasó lo que a ella” Padre mío, como decía una tarjeta, tu dulce y eterna novia estaba lejos y poco o nada podías hacer para remediarlo. Tu empuje fue mayor, hiciste tu último esfuerzo contra todo pronóstico y la fuiste a ver. Pudiste verla, conversaste con ella por última vez. Tu corazón lleno de amor había dado su último y mejor esfuerzo, pero también sabía que había recibido la estocada final. Lo pude presenciar. Los últimos cuatro o cinco días sufriste las consecuencias de tu valor, de tu perseverancia, empuje y pasión. Tu última misión la habías sabido cumplir.

V Estas burdas palabras entremezcladas con lágrimas expresan mis sentimientos y admiración que por ti sentía y siempre sentiré. Diferencias a veces las hubo, era claro, somos y fuimos siempre personas diferentes, y con disimiles puntos de vista Pero a tiempo llegamos a reconciliarnos. Tuve la suerte de poder decírtelo el último día que te vi con tu cuerpo vivo.

VI Éll sabía más que yo lo cansado que estaba y sólo añoraba su descaso, y así lo hizo. “Hijo por favor necesito tal cosa, ¿puedes pasármela…? “Que sorpresa me daba con su frase, hasta el final fuiste ser grande y respetuoso Papá, siempre te consideré mi mejor amigo y ahora estás en otra forma de existencia te mantengo conmigo en mi corazón, mis sentimientos, recuerdos y palabras. Incluso te he tenido participando en mis sueños y dándome consejos en mi hipnagogia.

VII Nuestro siguiente encuentro será pronto, tus cenizas nos acompañarán por un tiempo en nuestro hogar esperando la mejor oportunidad para ser despedido por tu novia eterna, mi madre. Y así tu podrás descansar en paz. Mientras tanto mis lágrimas continúan empañando mis ojos.
     En verdad no creí que doliera tanto despedirme de ti.
TU HIJO Y AMIGO, RFS