viernes, 21 de junio de 2013

EN ALGUN MOMENTO DEBÍA DESPERTAR, PERO ¿DÓNDE?


HASTA QUE DESPERTÉ: ¿PERO DÓNDE?

 


Me encontraba atado de pies y manos, y estaba acostado en una cama tipo mecano. Lo último que recordaba es que había tenido un accidente en la ciudad de Rancagua y yo había quedado lesionado. Una vez constatado este recuerdo verifico nuevamente la situación, de mi brazo izquierdo constato que emergen varias mangueritas que van hacía unas bolsas plásticas que penden de una especie poste pequeño con ganchos. Había varias de estas bolsas que enviaban, imagino, medicamentos a mi cuerpo. Mi otro brazo se encontraba inmovilizado y los dedos estaban como aprisionados en una funda color azulina. Sentía como si el hombro estuviese afiebrado.

En aquella sala estaba solo. Una puerta corredera de vidrio entreabierta me permitía ver el poco movimiento que había en el hall contiguo. Debía ser de noche sin duda, y yo me sentía algo afiebrado.

Intenté llamar a alguien para pedirle agua para beber pero la gente que circulaba por el hall parecía no escucharme. Desconocía quien era quien, enfermeras, paramédicos, auxiliares de aseo, todos con una función específica, con uniforme específico, pero que para mí era absolutamente desconocido. Como también lo era la imposibilidad de tomar agua para la sed.

Debía estar en Santiago, en la Mutual sin duda, pero ¿hace cuánto tiempo?

 
Varias semanas más adelante me enteré que llevaba ocho días en un coma inducido y  que me encontraba en la MUTUAL de Santiago, específicamente en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Y Mi diagnóstico, politraumatizado. Efectivamente, luego de la caída, un vehículo pesado había pasado una de sus ruedas por encima de mi cuerpo y aunque aun estaba vivo, debía soportar 20 fracturas y un pulmón colapsado. Sin duda me encontraba en una posición incómoda.
 

miércoles, 19 de junio de 2013

BAJO EL ALERO DE TANATOS

Mi decisión de iniciar el aprendizaje de motos había sido postergada por bastante tiempo. Poner atención a comentarios disfrazados de nobles consejos, sueños clarísimos con temas contrarios, bromas, recuerdos de siempre y el mismísimo sentido común eran uno.
- Pero, Easy Ryder?
- Y  por qué no?
Quizás vale comentar la profunda pena que cargo desde que se alejó mi hijo de mi persona ... ¿Para sécula seculorum?, nadie sabe.
De igual forma, mientras conducía mi Nitrox me sentía pleno, completamente vivo y feliz. Cada día que la montaba era un día más de placer y en la intimidad de mi mente surgía el herético pensamiento: "Un día más burlando a la muerte".
Debo ser enfático, eso sí, en lo posible siempre conduje con la responsabilidad y prudencia debida.
Nueve meses duró este juego de"burlarse" del destino. 
La ganancia obtenida de esto, una prolongada y dolorosa recuperación física, la que espero me den el tiempo suficiente para reflexionar y convertirme en mejor persona.

 

UNIVERSOS ALTERNATIVOS: Una realidad paralela

HISTORIA TRAGICA
I

Es de noche, pasadas la media noche, y Rolando todavía np llega a casa. Su esposa comienza a preocuparse Suena el teléfono móvil.

 

-      Aló, aló. Hablo con la residencia de don Rolando Franco?

-      Aló, Sí… Con quién hablo?

-      Srá. Lamento decirle que don Rolando ha sufrido un accidente… y ha fallecido!...

-      Disculpe, con quién hablo?, lo que usted me dice es terrible, y ni siquiera sé quién es usted.

-      Disculpe Sra. Soy la Capitán Raquel Miranda, de la prefectura oriente de la ciudad, y me temo que lo que le acabo de decir es verdad. Su esposo sufrió un grave  accidente en la carretera y no sobrevivió.

-      Pero ¿Qué pasó?.

-      Más detalles no le puedo entregar pero el cuerpo fue llevado al servicio médico legal para los exámenes de rigor. Necesito que mañana se presente en dicha dirección para su reconocimiento, ahí le daré más detalles de lo ocurrido. El cuerpo podrá ser retirado por la tarde. Disculpe no puedo darle más información y… lamento lo ocurrido. Hasta luego.

 

Termina la llamada y la Sra. Clara queda pálida y sin palabras. Luego de un prolongado silencio rompe en un llanto amargo y desesperado…

 

-      ¿Que ocurre Mamá, qué te pasa?, pregunta su hijo Pablo que vive en la casa con ellos…

-      Pablo, (entre sollozos), me han llamado y me han dado una noticia terrible, Rolando ha sufrido un accidente y ha muerto… no sé qué hacer (entre gritos desgarradores), dice Clara, no sé qué hacer…

-      Cálmate mamá, ¿la persona que llamó te dijo algo?

-      Sí. Mañana debo presentarme en el Servicio Médico Legal para reconocimiento del cuerpo. Ahí ella, la Capitana, que no recuerdo su nombre me dará los detalles de lo ocurrido.

-      Cálmate mamá ya es tarde, anda a acostarte, puede que todo sea un mal entendido, mañana veremos. Yo te voy a acompañar a ese lugar. Ven, tómate esto y anda a acostarte (Pabló le da una fuerte pastilla para dormir a su madre y la acompaña un buen rato hasta que se duerme.

 

Al día siguiente, Clara se levanta muy temprano, Pablo ya estaba en pie para entonces.

 

II

 

         Sorpresivamente suena el móvil, hacía ya tiempo que no se escuchaba aquella melodía característica.

 

-      ¿…Contesto…? Le pregunta Clara a Pablo… Después de sonar un rato, Clara decide contestar… ¡Aló!, ¡Aló!...

-      Aló (se escucha una voz masculina al otro por el auricular). Disculpe, me puede comunicar con mi papá por favor (se escucha una voz sorprendida). Un  silencia profundo se hace sentir en la comunicación. Aló, me escucha, se encuentra mi papá?, por favor, ¿me escucha…?

-      Aló, sí, lo escucho. ¿Hablo con Rodolfo Franco…?

-      Sí, Si, ¿usted habla con Rodolfo Franco, se encuentra él? (ya con un tono algo impaciente por la espera…).

-      Rodolfo, tengo una dolorosa noticia que darte, tu papá falleció hace ya siete meses…

 

Ahora el prolongado silencio se produce en el otro lado de la línea.

 

-      Aló, pero este es el número del celular de mi padre, ¿Por qué lo tiene usted?

-      Rodolfo, yo soy la… era la esposa de tu padre, él falleció hace siete meses en un accidente en la carretera…

 

Se produce un nuevo silencio, hasta que luego, Clara se da cuenta que Rodolfo Franco ha desconectado el móvil.

martes, 18 de junio de 2013

SUEÑOS, ENSOÑACIONES Y DELIRIOS: "y ahora cómo hago para comunicarme?

Era de tarde aunque algo oscuro. Me había enterado que me trasladarían a la clínica integral en la noche y eso quería decirle a Calú pero no podía hacerlo, no podía hablar pues tenía un dispositivo desde la boca hacia la tráquea que inmovilizaba mi lengua.
Había llegado caminan con el brazo con cabestrillo y me ubiqué delante de ella quien se encontraba sentada conjuntamente con mis padres.
A Calú le pedía insistentemente con mímica si ella tenía un lápiz y un papel para indicarle en forma escrita en donde iba estar. Lo hice muchas veces con  gestos pero ella parecía no entender. comencé a entrar en pánico pues la luz del día se iba y luego no sería posible comunicarnos, finalmente no logramos hacerlo y me llevaron hacia adentro.

SUEÑOS, ENSUEÑOS Y DELIRIOS: Surge el miedo

¿DONDE ESTOY...?

Nuevamente, llegaba caminando a un lugar desconocido. Me encontraba con tenida deportiva, brazo en cabestrillo y no podía hablar. En aquel lugar, que era como el camarín y administración de un gimnasio. Se encontraba mi señora Calú, Carola y su pequeña hija Eleonora. Se decía que el lugar, el barrio era peligroso y yo debía servir como guardia de seguridad encubierto en dicha instalación. Sin embargo yo me encontraba bastante disminuido físicamente y temía la vuelta a casa, pues debía hacerlo caminando y realmente mi caminar era muy tambaleante. Tenía mucho miedo.

RECAPITULEMOS: Un lunes de trabajo como cualquier otro

De mañana, suena el despertador a hora habitual, me levanto a la ducha y luego vestir el uniforme y desayunar. Algunos momentos para ver las noticias en TV mientras recordaba el entrenamiento físico del día de ayer.
Estaba bien en el tiempo y mi ánimo era bueno.
justamente en la noche, conversando con mi señora le hice ver lo inoficioso de tener el celular encendido, que lo apagara para que descansara tranquila. Los últimos retoques, la despedida y salgo para iniciar el trayecto en mi NITROX.

Hasta el momento todo bien, todo en flujo, las luces verdes se me iban dando y yo a cuarenta y hasta cincuenta por hora hacía el recorrido de siempre.
Ya por la calle Millán se veía movimiento, delante mío, un típico Bus LINK, que transporta operarios para la mina se veía a cierta distancia, por el carril derecho. Por mi parte, evalúo la posibilidad de adelantarlo y tomo las providencias del caso, mantengo mi carril izquierdo, acelero, diría a sesenta e inicio el adelantamiento. De improviso veo que este vehículo mayor comienza a moverse y yo quedo justo en la mitad de él bus. El impacto era inminente. Con todas las fuerzas aplico ambos frenos esperando que la ronceada no me fuera a dirigir caerme bajo la máquina mayor. Al caer, me deslizo sobre el pavimento y mientras lo hacía pensaba: "Parece que hasta aquí no más llegué..."

Luego todo se oscureció por un momento, y en un tiempo como detenido sentí que era aplastado por un vehículo que pasaba sobre parte de mi cuerpo.
No sentía dolor

SUEÑOS, ENSUEÑOS, DELIRIOS: Cuando la autoridad peca de prevaricación

"Era de noche y yo llegaba caminando con pijama y un cabestrillo en mi brazo izquierdo a la entrada del centro asistencial. En esta entrada se encontraba el director del hospital, encarnado en el director de la Mutual de Rancagua. Estaba arriba de las escalinatas de la entrada y en una postura de emperador romano en el senado. Ante mi expresión de pregunta el director sentenciaba: "La situación es grave, tiene laceraciones internas que hay que evaluar. Tiene comprometido el hígado y el pulmón derecho, lo tendremos en observación".

Así había escuchado la sentencia. En la realidad yo me encontraba en coma inducido como luego, a las semanas me contaron.

SUEÑOS, ENSUEÑOS, DELIRIOS O LISA Y LLANAMENTE ALUCINACIONES: Primeras manifestaciones.

La Situación:
 
                 El dolor comenzaba sentirlo y había pedido morfina para tratar de paliarlo. Los paramédicos al interior de la ambulancia, luego de sacarme algunas vestimentas, me ponían la ventilación mecánica.

Luego de un momento de oscuridad, sentía que era bajado en camilla y trasladado hacia el centro asistencial desconocido. Volvía a pedir morfina para el dolor y los paramédicos me invitaban a calmarme. Al poco rato sentía como en el centro asistencial comenzaban a romper mi ropa. Todo se fue a negro.
 
"De pronto me encontré despierto y sentado. Estaba oscuro y mi espalda se apoyaba en una supuesta pared blanca. Escuchaba voces y sonidos musicales, mucha gente joven deambulaba a mi alrededor. Al parecer me encontraba en una casa en la que se realizaba una fiesta, en México. Cerca mío dos mujeres hablaban, una era una doctora y la otra parecía ser su hija. Tenían acento trasandino, parecían ser las anfitrionas.
Al mirar hacia el lado me percataba que más jóvenes de ambos sexos se unían a la fiesta. Todo se veía tranquilo y entretenido, casi feliz; a pesar que yo, sentado, casi no podía moverme. A la distancia escucho la frase, "ya va a ser hora de comenzar la tortura". Al momento me asusté pues entendía que el torturado iba a ser yo pues era el único que no había sido invitado y era desconocido para el medio.
 
Al momento, la voz suave de una joven se me acerca y me susurra al oído con acento de argentina "no se preocupe, yo lo voy a cuidar". No logré ver quien era, pues había oscuridad. La fiesta se había armado pero yo no lograba disfrutarla".


"A la mañana siguiente me encontré sentado, esta vez fuera de la casa, era de piedra, como una fortaleza medieval aunque no tan grande. Estaba helado y nos encontrábamos en la precordillera, habían muchos alerces y muy cerca estaba la caída de agua de la laguna de Lencanto derramándose a través de una de las ventanas e inundando una perte del patio de la casa de piedra".

Me sentía tranquilo y contento, estaba solo y no habían huellas de la fiesta de la noche anterior.

lunes, 17 de junio de 2013

CAIDA EN MOTO CON BONUS TRACK

Me encontraba en estado de shock, algo había pasado encima mío y esto hacía difícil que yo pudiera incorporarme. Además, casi no podía respirar.
- Ayuda, ayuda!, gritaba, al tiempo que se me acercaban transeúntes.
- Por favor, ayúdeme, no me puedo levantar y casi no puedo respirar, mi brazo derecho no funciona, ayúdeme a sacar el casco. Al momento de liberar la cabeza y rostro sentí mayor frescor pero el ansiado aire aún era insuficiente. Caminé algunos metros y con la mano izquierda tomé mi celular. no había dolor alguno pero se veía venir. Hice un par de llamadas, después me aclararon que fueron tres. Logré comunicarme con mi supervisor y dentro de lo posible, con cierta calma le expliqué que había tenido un accidente en moto y que luego un vehículo me había aplastado parte de la espalda y hombro derecho. También le indiqué la ubicación de donde me encontraba. Por el móvil escuchaba a mi superior - calma muchacho, calma.
yo por mi parte escuchaba que la ambulancia venía en camino.
El tiempo parecía detenido. Recuerdo vagamente haber intentado recuperar la llave de mi querida moto, y haberle dicho a alguien que todos mis documentos estaban dentro de mi mochila. Alguien me dijo que no me preocupara, que ellos la buscarían y encontrarían los documentos.
Alguien me indica que la ambulancia había llegado y que me tendrían que acostar en la camilla. El dolor, al principio inespecífico, pero en aumento se confundían con la dificultad mía para respirar. Ya para entonces comenzaba a pedir que me inyectaran morfina pues el dolor iba en aumento al igual que mi desesperación.
Desconozco como fue el viaje, sólo recuerdo que comenzaron a sacarme el cortaviento y rasgaron mi campera y toda mi ropa. Es posible que ahí hayan iniciado el proceso de la ventilación mecánica. Yo ya no estaba consciente. Corría el primer lunes del mes de abril, era de mañana y aun todo estaba oscuro.
 

ENTRENAMIENTO AUTOGENO Y DESCANSO MENTAL

Desde hace más de 25 años oí mencionar el concepto "Entrenamiento Autógeno". Recuerdo a un profesor de la universidad que en más de una ocasión lo mencionó para luego contar la historia de cómo llegó él a conocer a alguien que lo practicaba.




Corrían los años 80, en su primera mitad. Este profesor, de Educación Física se le presntó la oportunidad de continuar sus estudios en Alemania, y por lo mismo debía viajar con cierta frecuencia. Su post título era nada menos que un doctorado en la especialidad. En sus continuos viajes a la ciudad de Colonia, obviamente tenía contacto con otros colegas de otras latitudes. cabe mencionar que este profesor, aun siendo de origen chileno, sus ancestros y su forma de llevar la vida era de un carácter fuertemente teutón.




Según recuerdo, en una conversación en el avión, mientras viajaban hacia Europa, surgió el tema de como sobrellevar el cambio fisiológico producido por el traslado por diferentes usos horarios y el trastorno del sueño. Uno de los profesores simplemente mencionó el tema del entrenamiento autógeno y contaba que para él le bastaba con cerrar sus ojos, relajarse y concentrar su mente en una fórmula psicovegetativa, previamente aprendida. Como consecuencia de esta técnica, un sueño muy reparador, muchas veces en poco tiempo, y un profundo auto control de la mente y el comportamiento en la realidad onírica.
 

SUEÑO: El niño ciego

Iba yo en bicicleta- monociclo haciendo un recorrido antiguo por Santiago, específicamente por el macul. Al doblar hacia el norte, me encuentro con un niño ciego que venía en sentido contrario y debía evitarlo. Luego de continuar mi recorrido, nuevamente me encuentro con el niño ciego, al lado suyo venía otro que evidentemente deseaba pedirme dinero. trato de evitarlo y desvío mi recorrido hacia la derecha, por la vereda y se me acerca una mujer joven y buenamoza pero que carecía de los 4 dientes incisivos. Cuando la miro bien ya los tenía y obviamente se veía muy bien. también me pedía dinero. Continúo mi recorrido en el monociclo y llego a un colegio, este estaba ubicado ya en Américo Vespucio, una zona que también se reitera con cierta frecuencia. Al interior, me salen al encuentro dos mujeres, una de ellas era Sabta quien me saludaba cariñosamente, Se veía bien y como siempre muy elegante, aunque su rostro tenía un vistoso acne. La otra mujer no quizo saludarme, su rostro, algo desfigurado, como si tuviera alcohol en el cuerpo, se parecía lejanamente también a una ex alumna que recuerdo vagamente, de apellido Castro, pero que muchas personas que la conocieron la mencionan con mucha frecuencia como si ella hubiese sido muy popular.


Al llegar al Colegio, me esperaban para que optara por algunas horas de clases, y nos sentamos a la mesa para desayunar junto a otros profesores que no conocía. yo me siento en un lugar y al lado mío se sieta la mujer que no había querido saludarme, yo me levanto y me cambio de silla y me siento al lado izquierdo de Calú.


martes, 11 de junio de 2013

PRESENTIMIENTO: Incubación para una inseguridad

Recuerdo ya hace mucho, cuando aún contaba con sólo 12 años. Me encontraba en vacaciones de invierno en San Fernendo, Sexta Región. En aquella oportunidad, justo antes de sobrevenirme un severo accidente jugando, cuya consecuencia fue una fractura de cúbito y radio que me tuvo a mal traer por varias semanas, surgió en mi mente un sentimiento que aún recuerdo y que es más o menos así: "No lo hagas, escucha el consejo, puede ser peligrosos en este momento...". Obviamente hice caso omiso de aquella extraña advertencia que surgía de mi mismo y que eran la fiel resonancia de lo que había dicho momentos antes mi tío, luego del almuerzo. Las consecuencias de aquella decisión tomada sin escuchar la advertencia que se me dijo significó un recuerdo que aún hoy, ahora con casi 50 años de vida aún tengo presente.

Desperté con una sensación, casi un sentimiento de inseguridad. Estoy preparándome para rendir un examen para obtener licencia para conducir motocicletas y hasta el momento todo iba viento en popa, los objetivos de aprendizaje tratados estaban siendo cumplidos uno a uno y mi confianza aumentaba día a día, sin embargo había despertado con esa extrañada e inconfortable sensación/sentimiento. Por otra parte, deseaba ir a realizar otra actividad, más de orden deportivo, entrenar trotando y un poco de gimnasia con máquinas. Hice caso omiso de esto último y preferí acceder a lo que tenía planificado en carpeta respecto a la enseñanza aprendizaje de la conducción en moto.

Era un día especial, debía comenzar a conducir pero esta vez con el casco protector puesto. El principio es que este elemento de seguridad puede salvarte la vida, sin embargo para alguien como yo que está aprendiendo una técnica, requiere de los cinco sentidos muy alertas y obviamente el uso del casco limita en algo estas posibilidades. Era como un reaprender algo, había un nuevo elemento a considerar y eso me ocasionaba ansiedad, ansiedad que se traducía de alguna forma como inseguridad, sentimiento que no había experimentado anteriormente en este proceso de aprendizaje, más bien todo lo contrario, siempre me había sentido fortalecido al iniciar la práctica, esta vez no había sido así.

Surgieron en el comienzo varias "distorsiones", por decirlo de algún modo, los parametros evaluativos que considero prácticamente se desplomaron, aunque luego yo le hecho en parte de culpa al uso del nuevo implemento: El Casco. Elementos del aprendizaje que consideraba ya aprendidos fueron en aquel momento practicamente olvidados. Sólo me estaba concentrando en lo que había que hacer de nuevo y no tanto en lo que ya había supuestamente aprendido. De alguna forma se había bloqueado mi mente

sábado, 8 de junio de 2013

EFIMERA ALEGRIA


O FELICIDAD EFIMERA

 

POCAS VECES FUI TAN FELIZ Y POR TANTO TIEMPO, Y LO PARADOJAL, POCAS VECES CON TANTO  DOLOR,  TANTOS HUESOS ROTOS, Y UN PULMON COLAPSADO. UN IDILIO CASI COMICO, SI NO FUERA POR EL DOLOR QUE SIENTE  MI CUERPO.

 

CREI EN MUCHAS OPORTUNIDADES QUE JUNTOS LLEGARÍAMOS LEJOS, PERO ESTA DESCONOCIDA ME HA DEJADO, AL PARECER, CURADO DE ESPANTO Y CON DOLORES          QUE PENETRAN HASTA LA PROFUNDIDAD DEL ALMA.