jueves, 21 de junio de 2018

SOÑANDO CON UNA CHICA HERMOSA


JUEGOS EN EL INCONSCIENTE

Han pasado varios días del evento que a continuación voy a relatar. Mi actual relación de pareja con Calú es muy buena, pero aclaro que mis gustos hacia las mujeres es real y está muy marcado. Tal situación la veo puesta a prueba en cada nueva instalación en donde he debido trabajar. Tengo también claro que no voy a arriesgar una relación afectiva madura de varios años por disfrutar de una aventura, con una nueva mujer. Podemos perder mucho.
En la nueva instalación había conocido a gente y toda era bastante cercana en lo afectivo, un muy buen clima organizacional era el corolario de aquellas buena y nuevas relaciones laborales. Siempre me he dado cuenta que con las mujeres me llevo mucho mejor que con los hombres y lejos las prefiero a ellas; de esto me doy cuenta pues rápidamente elaboro un ranking de la mujeres que me gustan en tal o cual lugar por donde frecuento. La persona que lidera el ranking en esta nueva instalación es Vale y en ella veo muchas cualidades que me gustan en una mujer, entre ellas, la simpatía y la sensualidad. También, ahora me doy cuenta que le encuentro un cierto parecido a la hermosa Fiorella.
En el océano del inconsciente me permití la oportunidad de saludarla y declararle mi gusto por ella. En lo consciente, tengo claro que ambos tenemos relaciones familiares y de pareja respectivamente que difícilmente vamos a desechar así como así, pero eso no significa que vamos a hipotecar nuestras preferencia, cerrándose a nuevas oportunidades de satisfacción y placer, aun cuando sea platónico y sólo de tipo mental. A continuación relato un sueño relacionado con lo que acabo de exponer:

“Andaba solo, en unas construcciones subterráneas tipos bajos york en el centro de Santiago, estaba iluminado pero solitario, había muchas sombras. En aquel lugar, sorpresivamente me encuentro con Fiorella nos saludábamos y continuábamos un rato juntos. En un momento, y en forma no premeditada nos besamos en la boca y me sentí tremendamente bien; le manifesté mi gusto por ella haciéndole notar que el beso  era producto del estado de flujo en el que nos encontrábamos ambos. Me escuchó, diciéndome que necesitaba ir al baño, y nos volvimos a besar en la boca para despedirnos. En el mismo  sueño lo sentía como una declaración de amor que había sido correspondido.”
Aquella impresión también me invadió al despertar. El sueño había sido hermoso, al momento de despertar me sentía renovado, como si el panorama de mis gustos estuviera mucho más definido y claro.