sábado, 28 de febrero de 2009

LA HERMANDAD DE LOS BIOTIPOS


Hay ocasiones en que es complicado hablar y/o describir ciertos temas, esta ocasión es una de ellas, pues tiene que ver con creencias que involucran la participación muy propia del inconsciente mismo; incluso ahora me atrevería a decir, que tiene que ver también con el inconsciente colectivo que algunos autores sostienen, y a los cuales yo les atribuye cierta autoridad, entre ellos a C.G. Jung.


Qué ocurre en uno mismo cuando en alguna situación pasada, se ha tenido un problema con alguna persona, y esta sitación ha dejado "marcando ocupado" emocionalmente. Diría ahora que muchas veces surgen en forma reitarada los constantes "flash back" que hacen recordar el tema.



Es claro que no hay forma de volver al pasado y tratar de resolver el problema en tiempo real, como si tuvieramos la fantasiosa posibilidad de viajar a través de un túnel de gusano, a distintos momentos. Al menos con las actuales posibilidades técnicas, tal situación se me hace poco probable .



Hubo conocidos personajes, como Emmanuel Swedemborg, un místico sueco de vivió hace unos 3 siglos atrás, que al parecer tenía la posibilidad de trasladar su mente por derroteros no lineales de tiempo y espacio, incluyendo la realidad de los sueños, creo que eso en realidad es posible, pero es algo muy distinto cuando se trata del traslado del cuerpo físico.


Una alternativa la sugiere la perspectiva reichiana, cuyo fundamento también es respaldado por Ida Rolf y otros, referida a algo así como el "congelamiemto de emociones negativas que el organismo puede sentir como amenazas y ante las cuales se defiende endureciéndose". Cuando sugiero la palabra congelamiento, no me refiero literalmente a la carne congelada como recién salida del freezer, sino más más bien a un endurecimiento de ciertos tejidos corporales bastante específicos que dan estructura o forma a un cuerpo y que reaccionan endureciéndose para protección del mismo. Este endurecimiento del tejido, obviamente dificultaría el libre flujo de sangre y otros fluídos energéticos por dichas zonas, eliminando sensibilidad de manera temporal. Estas estructuras orgánicas son las denominadas aponeurosis o fascias, cuyo componente principal es el colágeno.


Esta sensibilidad restringida tiene un evidente correlato a nivel sensorial de propiocepción (capacidad de sentirse a sí mismo), y también a nivel emocional e incluso a nivel de sentimientos, los cuales al principio pueden verse reprimidos, pero si estos, con el curso de los años se mantienen en su nivel de represión, la sangre que puede llegar a ellos se mantiene en el mismo nivel, pero la persona continua envejeciendo y "ganando cuerpo", y en donde originalmente era un grado de represión progresivo y alejamiento de la consciencia, con el tiempo, incluso puede llegar a suprimirse practicamente todo tipo de sentimiento.


La vida de una persona es un sin número de experiencias sensoriales y emocionales, sentidas, sentimientos que se han ido estructurando en el cuerpo y que dan la pauta e incluso la perspectiva futura del propio curso de comportamiento. Originan por tanto formas corporales adultas. Estas formas dan tipos de respuestas casi automáticas de comportamientos (destaco que lo más probable es que los problemas sean todos de muy distinta naturaleza, pero que da una respuesta organísmica más o menos parecida). Al menos, la bioenergetica de Lowen, Prestera, Kurtz incluso Dytchwald también así lo señalan.



Es posible ir aún mas lejos. Existe cierta evidencia científica aportada por R. Thomson (Psicología Fisiológica, y por M. Feldenkrais en Autoconciencia por el movimiento), que sostienen que la forma corporal es transmisible de lo padres a los hijos en el momento de la concepción y que estos últimos poseerían las caracterísiticas de ambos progenitores. De modo que la forma corporal, en potencia ya sería transmisible genéticamente (Fenotipo). Esta última visión es compartida por otros tantos autores quienes han clasificado a las personas en:


  • Endomofos,

  • Mesomorfos y

  • Ectomorfos

Estas clasificaciones señaladas, presentan a personas obesas, atléticas y delgadas respectivamente. Dicha conformación comienza a gestarse ya a nivel embrionario en toda persona, predisponiendo al crecimiento y maduración de distintos tejidos corporales (sean digestivos, musculares y nerviosos) en relación a otros en una misma persona.

El comportamiento social propio de cada, quien brindará el resto, y será el responsable finalmente de ir estructurando el carácter de la gente.

Ahora sólo cabe hacerse una pregunta más para redondear nuestro sondeo , ¿De qué manera interactúa la mente a nivel de inconsciente colectivo, considerando los distintos tipos, biotipos y estructuras de carácter, y que se manifiesta en expresión onírica?.

Las imágenes que se presentan, corresponden a diagramas presentados en el texto "Lo que el cuerpo revela" de H. Prestera y R Kurtz.

miércoles, 25 de febrero de 2009

FENOMENOLOGIA DE SISIFO

En mi vida, confieso que he leído y he escuchado muchísimos relatos. Tengo la impresión que uno de ellos, y que ha rondado mi mente con mayor frecuencia es el de la Fábula de Sisifo. Este relato, definitivamente lo relaciono con Víctor Frankl y la ineludible necesidad de encontrarle sentido a la vida, aún cuando uno llegue a vivir una de las realidades menos deseables posibles.


Conviene recordar que Frankl tuvo que ejercer su misión de psiquiatría al interior de campos de concentración de la Alemania Nazi, y siendo él un Judío más, debía infundir la fe necesaria para que sus compañeros de infortunio continuaran viviendo, y no intentarán atentar en contra de su vida, aún cuando todos sabían que el infortunio de la cámara de gases estaba humeando permanentemente y que a cualquiera le podía tocar. Hay que hacer ver que este psiquiatra tuvo la dicha de llegar a contar lo que ocurrió al nterior de aquel campo de concentración, en la segunda guerra mundial.


La Fábula de Sisifo se encuentra en una dimensión muy parecida.


El personaje de marras era Sísifo, alguien cuyo comportamiento en vida no fue del todo ético deseable, de modo que al morir su alma fue condenada a padecer un trabajo forzado y sin sentido. Por toda la eternidad había sido condenado a subir una enorme piedra a la cima de una montaña, y una vez arriba botarla al llano. Tal tarea le tomaba prácticamente todo el día y debía hacerla, como señalé más arriba, por siempre, día tras día. El trabajo era arduo, rutinario y sin objetivo aparente.


Por un tiempo, Sísifo tuvo que realizar su pesado trabajo. El castigo para él era evidente y probablemente se lo tendría merecido, pero realizarlo por toda la etenidad, era algo absurdo. El tema es que debía subir el pesado peñasco uno y otro día hacia la cima de la montaña, y al llegar arriba botarla por la quebrada. Al principio podía parecer una aventura nueva, pero hacerlo por siempre, eso era algo difícil de comprender. El tedio era enorme día tras día, pero conforme iba pasado el tiempo y la situación no cambiaba, el estado metal de Sísifo cambió, comenzó a comprender que erá él quien debía cambiar desde su interior para poder encontrarle sentido a lo que le acontecía. Su forma de hacerlo fue sencillamente realizar la tarea lo mejor posible, y su tarea ya era claramente identificable. Cuando Sísifo descubrió que podía mejorar su desmepeño día a día, incluso pudo comenzar a disfrutar su proceso diario, pues ya había dejado de ser rutina, e incluso podía comenzar una nueva forma de existencia. Había podido romper el esquema de castigo que se le había dado.