miércoles, 14 de noviembre de 2018

QUIERO ESE PREMIO, Y LO QUIERO YA


Nos ha tocado vivir una época difícil, no porque no hayan oportunidades ni falte alimento, al menos a nuestra sociedad, sino porque muchos quieren todo y lo quieren “ya”. Se ha desatado una epidemia de la inmediatez que muchos han y hemos caído.

Jamás la humanidad ha vivido con tantas oportunidades como la actual, más aun con esto de la globalización, y la riqueza que se evidencia no solo no nos llega a satisfacer, sino que además, no es capaz de llenar el inmenso vacío interior que en verdad llevamos. Queremos llegar a nuestra meta lo más rápidamente posible, no para disfrutarla, sino más bien para poder ir por otra, y por otra y por otra.

El esfuerzo que evidencia ver estos 37 segundos que nos depara llegar a la meta puede considerarse justamente como eso, el esfuerzo. La fotografía que representa el llegar a la meta es lo que mucha gente quiere, lo que no quiere es tener que esforzarse por llegar a la meta. Dicho de otro modo, queremos el premio pero sin el esfuerzo por merecerlo.

Esta experiencia es común a familiares y amigos que tuvimos la fortuna de compartir muchos veranos de vacaciones. Tan sólo para ingresar a la zona y establecernos en la casa de campo  o carpas era un esfuerzo que había que realizar y que templaron el espíritu y el carácter, algunos más que otros.



domingo, 4 de noviembre de 2018

LA ESTRELLA LUMINOSA

Hace ya bastante tiempo, posiblemente más de veinte años atrás, recuerdo haber hecho un experimento en el que buscaba establecer una comunicación con mi inconsciente. El modo de hacerlo era, luego de una relajación profunda, y mantener sistemáticamente una respiración del tipo "Rebirthing", hacerle una pregunta muy directa. Dentro de lo que yo denominó "océano del inconsciente", cómo fue percibida mi presencia, que yo denomino satori?
     La respuesta,luego de dormir profunda y reparadora mente, llegó en la forma de un sueño. La descripción de éste es como sigue: "recuerdo haber visto una suerte de caldo de cultivo, mucho líquido y algo de fango más sólido, pero sin mucha forma, orden. Dentro de aquel paisaje se aprecia una esfera muy luminosa que destaca por mucho de su entorno".
     Cuando comencé a "programar" la experiencia de comunicación con aquella forma mental mientras dormía, tuve el suficiente cuidado de que la respuesta me fuese entregada con la "suficiente elegancia y delicadeza", de modo que no llegara a ser un esclarecimiento demaciado traumático.
     La sabiduría del lenguaje visual, empleado por mi inconsciente fue tremendamente valorada en su momento, y yo, en este tiempo logro recordar con mucho detalle la simpleza y profundidad de la respuesta.