domingo, 26 de febrero de 2017

CON EL SALVAVIDAS PUESTO

USO DEL METODO FELDENKRAIS
        Es posible que esto sea lo que en verdad ocurre al realizar ejercitaciones del método Feldenkrais.  Se estimularía la corteza cerebral, específicamente los engranas concernientes al sistema humuncular.  Estos actuarían como con una suerte de encadenamiento a lo que la persona conoce, e incluso domina.
        La consecuencia directa de haber estimulado tal área cerebral permitiría acceder a áreas menos accesibles de la materia gris, y con ello a la creación de nuevas manera de percepción de la realidad.
        En mi personal caso, me permite “navegar” por el océano del inconsciente con mayor grado de libertad y seguridad, pues lo haría familiar para mis propios parámetros de lo conocido.
        La idea del hermetismo del inconsciente comienza a aparecer como una posibilidad visible aunque, mantiene la función de proteger la psique consciente de acceder a información vivida, pero menos deseable, o incluso perjudicial. Dicho de otra manera, ya no habría un onirismo tan arcaico y poco comprensible, sino más bien una suerte de película con guión, aunque no tan asequible para toda persona. Las imágenes son claras y definidas pero el tema de la película es algo ”extraño”.

        Si hubiera que hacerlo explícito en un ejemplo podría citar un sueño real de hace algunas décadas atrás, en donde yo me veía descendiendo en el océano profundo (el inconsciente), el descenso lo realizaba en una esfera que se unía a la superficie por un cable. La esfera poseía algunas ventanillas por donde yo podía mirar hacia el exterior. La esfera era de color algo más oscuro que el agua del océano, pero era claramente distinguible al personaje que iba en su interior manejando los controles.

martes, 14 de febrero de 2017

ESTADOS HIPNAGOGICO e HIPNOPOMPICO

ALUCINACION HIPNAGOGICA


     Puede ser auditiva, visual, tactil que se produce poco antes de dormir. Es un estado que transita entre la vigilia y el sueño.

características
Estos fenómenos se presentan en las fases 1 y 2 del sueño profundo no MOR. Son frecuentes en niños de 6 a 15 años y en algunas personas se prolonga hasta la edad adulta. Las alucinaciones más comunes son de tipo visual o de carácter auditivo. En muchas ocasiones tienen relación con vivencias del día anterior, y a veces no se guarda recuerdo de la misma al despertar.

ALUCINACION HIPNOPÓMPICA

Este fenómeno ocurre justo momentos antes de despertar y llegar al estado de vigilia.


domingo, 12 de febrero de 2017

SUEÑO CON LA PANTALLA



En la noche todo era oscuro excepto ese cuadro claro. Todo el cuadrante era la pantalla de un computador, mientras que esa parte clara era como la ventana de un programa que se abría. Lo oscuro correspondería a la noche, o más bien a la oscuridad del inconsciente, mientras que lo claro correspondería también al inconsciente pero visto de una manera encubierta, como si se tratara de una película, con trama, protagonistas y todo.

Durante el sueño los ojos se mueven rápidamente, de ahí el nombre, movimiento ocular rápido (MOR)-en inglés REM-. Para que no podamos representar los sueños, el cerebro envía señales a la médula espinal, que paraliza las extremidades. En el estado hipnagógico (entre la vigilia y el sueño) es común pensar que se está despierto, hasta tal punto que se tiene seguridad de tener los ojos abiertos, de ver y oír cosas alrededor, pero no se puede uno mover. Hay incluso ocasiones en que la persona que está durmiendo en ese estado se despierta, y la inmovilidad permanece. Sin embargo, el cuadro revierte a la normalidad en unos segundos.
Este estado ha llevado a mucha gente a interpretar que está sufriendo una experiencia paranormal o que algo (seres extraños) o alguien les está impidiendo moverse o hablar.

En muchas ocasiones, las alucinaciones hipnagógicas producen representaciones visuales coloridas, la mayoría de las veces sin ninguna relación con la realidad. Esta característica genera, también, la sensación de una vivencia extrasensorial en muchos de quienes las experimentan.

viernes, 10 de febrero de 2017

LUEGO DE SOÑAR CON PAPÁ

Me encontraba  con mi padre en una habitación de una casa, él estaba acostado y con el pijama celeste con el cual fue puesto en el ataúd. El papá, llevándose la mano al pecho me decía que estaba sufriendo otro infarto.
El sueño era muy real, como si yo hubiese estado en aquel lugar mientras él fallecía.
También soñé con mamá, ambos salíamos de una casa ajena, era una de las casas de Gabriela Mistral, ella ya se había ido hacía mucho, de modo que la salida de la casa estaba muy bloqueada. Viendo esa situación, le decía a mi madre una posibilidad de salir por la izquierda, ella prefirió hacerlo por una estrecha apertura por la derecha, le hice caso y la seguí.
En otro momento, posiblemente en el interior de la casa, había muchos niños y niñas, de unos doce a catorce años.  Había muchos libros en estanterías. Yo en ese momento la idea de que existe lectura para todo tipo de lectores, y que esta, de alguna forma hacía que se reforzara el tipo de pensamiento al que se adscribe.
Había una jovencita que se me había acercado, desconozco quien era pero había mucha afinidad hacia ella (surge en mi mente de modo espontáneo la imagen de una persona de sexo femenino, más joven que yo y que conozco que me simpatiza, aunque he tenido muy poco trato con ella, es muy amable).  
Cuando me dirijo hacia la calle, siento que me quieren eliminar, el lugar es muy solo y es de noche. Algunos vehículos transitan por la calle. Yo voy en bicicleta y logro evitarlos. Las personas que intentan eliminarme leen otro tipo de textos diferentes a los míos.

De alguna forma siento que los textos que he leído no son los que debería haber leído. Más en lo profundo, surge la imagen sensación de “El reencantamiento del mundo”. Pero también tengo claro que ese texto que me gustaría terminar de leer y comprender bien.

martes, 7 de febrero de 2017

DESAMBIGUACION ACERCA DE LOS SUEÑOS

Ensueño


El término ensueño describe el proceso de soñar, aunque suele utilizarse más frecuentemente, en lenguaje coloquial, el término sueño. Los sueños son manifestaciones mentales de imágenes, sonidos, pensamientos y sensaciones en un individuo durmiente, y normalmente relacionadas con la realidad. Para la psicología, los sueños son estímulos esencialmente anímicos que representan manifestaciones de fuerzas psíquicas que durante la vigilia se hallan impedidas de desplegarse libremente. Soñar es un proceso mental involuntario en el que se produce una reelaboración de la información almacenada en la memoria, generalmente relacionada con experiencias vividas por el soñante el día anterior. Los recuerdos que se mantienen al despertar pueden ser simples (una imagen, un sonido, una idea, etcétera) o muy elaborados. Los sueños más elaborados contienen escenas, personajes, escenarios y objetos. Se ha comprobado que puede haber sueños en cualquiera de las fases del dormir humano. Sin embargo, se recuerdan más sueños y ellos son más elaborados en la llamada fase REM (movimiento ocular rápido [MOR], por sus siglas en inglés rapid eye movement) que tiene lugar en el último tramo del ciclo del sueño.
El acto de soñar solo ha sido confirmado en el Homo sapiens. Los animales también pasan por la fase de sueño REM. Parece que los mamíferos son los animales con mayor probabilidad de soñar debido a su ciclo del sueño similar al humano. El animal que más tiempo pasa en fase de sueño REM es el armadillo.
El adjetivo correspondiente a ensueño-sueño es onírico (del griegoónar, "ensueño"). Por analogía con el ensueño -que cumple a menudo fantasías del durmiente- se llama también «sueño» a cualquier anhelo o ilusión que moviliza a una persona. La disciplina encargada del estudio científico de los sueños se conoce como onirología. Según las afirmaciones de la parapsicología, si el sueño anticipara eventos futuros o exhibiera eventos pasados desconocidos se podría hablar de una premonición o de una retrocognición respectivamente.

Generalidades
Durante el siglo XX se avanzó muchísimo en el estudio científico de los sueños, ya que la tecnología facilitó en gran medida el acercamiento a lo que podría denominarse "energía del sueño". Sistemas avanzados de escáner han detectado que en numerosas ocasiones los sueños son bucles de actividad cerebral que se repiten noche tras noche. Se sabe que cada sujeto tiene una forma única e irrepetible de soñar, pues la actividad cerebral representada por ondas electromagnéticas en las pantallas de esos escáneres presenta gráficas muy similares en cada paciente, y distintas entre dos de ellos.
El comenzar a dormir nos ocasiona perder el conocimiento, y dejamos de responder a acciones que ocurren a nuestro alrededor, no dormir es perjudicial y peligroso para la salud ya que afecta el rendimiento físico y la actividad cerebral. Las horas de sueño tienden a cambiar con la edad, desde el nacimiento de una persona hasta su vejez, sin embargo los hombres duermen menos que las mujeres en el transcurso de la adultez temprana.
Interpretación de los sueños
Artículo principal: Interpretación de los sueños

En muchas culturas se atribuye un valor profético al sueño, concebido como un mensaje cifrado de origen divino que es necesario desentrañar. Esta creencia se encuentra, por ejemplo, en la Biblia (donde José interpreta los sueños del FaraónGénesis 41:1-36). En Grecia la oniromancia fue una actividad habitual: aún hoy se conserva un manual de interpretación de sueños, el de Artemidoro, del siglo II d. C. Sin embargo, uno de los filósofos de la Grecia antigua, Heráclito (h.540-h. 480 a.C), sostuvo hacia el 480 a. C. que los sueños no tienen significado alguno fuera de los pensamientos de la persona que los evoca. En este sentido, Heráclito se anticipó por muchos años al pensamiento científico que intenta explicar en qué consiste el proceso del sueño en los organismos humanos y animales.
A principios del siglo XX, Sigmund Freud retoma la cuestión desde una perspectiva racionalista con su obra La interpretación de los sueños (1900). Esta obra se convirtió en uno de los libros más influyentes del siglo XX. Al principio tropezó con una enconada resistencia, pues el psicoanálisis representaba un enorme reto para la tradición occidental. Los trabajos de Freud llamaban la atención sobre las zonas marginales del ser humano: la irracionalidad y el sexo. Freud muestra que el inconsciente (y no la conciencia) es la parte de nuestra psique que ordena todo nuestro pensar y sentir. Según sus palabras: "El yo no es el señor de su propia casa". El análisis de los sueños es para él la vía regia de acceso al inconsciente. Los psicoanalistas posteriores, ortodoxos o no, persisten en este posicionamiento.
Para el psicoanálisis es importante distinguir en los sueños el contenido manifiesto y el contenido latente.
·         El contenido manifiesto de los sueños es la historia o sucesos tal como el soñante los vive, es un material elaborado a partir de las experiencias cotidianas y los deseos reprimidos mediante los distintos procesos de elaboración onírica. El contenido manifiesto no se encuentra en el nivel del significado, sino del símbolo.
·         El contenido latente es el significado verdadero del sueño, el psicoanalista se esfuerza por interpretar el contenido manifiesto del sueño que el paciente le relata, para revelar el contenido latente, su significado.
Carl Gustav Jung, discípulo heterodoxo de Freud, sostenía que los sueños eran un órgano de información y de control. Los símbolos oníricos son, según este autor, transmisores de mensajes instintivos a las partes racionales de la mente del ser humano, y resulta necesario interpretarlos para comprender el lenguaje de los instintos. Jung no creía, como sí lo hacía Freud, que los sueños fueran un ropaje que oculta otra cosa. Los sueños eran para Jung información y comunicación de ideas expresadas dentro de los límites de un medio. Tras estudiar unos ochenta mil sueños, llegó a la conclusión de que estos son relativos a la vida del observador. Este organiza sus imágenes oníricas en un centro llamado sí mismo, el cual tiene la función de ordenar y legislar toda la vida psíquica, ora consciente ora inconsciente, a través de numerosos sueños que tienen lugar en la vida de la persona. Jung interpretaba, pues, el sueño como único y relativo al soñador. Para comprenderlo, debía examinarse el cuadro onírico como meollo del estudio y el análisis.
Existen también técnicas de análisis cuantitativo de los sueños. La más utilizada es la creada por Hall y Van de Castle en 1966. Es una técnica que se utiliza en la investigación de los sueños y permite comparar los sueños de distintos grupos de personas o la evolución de los sueños de una persona. La utilización de esta metodología ha permitido verificar que no hay diferencias muy notables entre los sueños de personas pertenecientes a distintas culturas. Mediante otra técnica de análisis cuantitativo se ha verificado que cuando aumenta la ansiedad de la persona que duerme aparecen en el sueño determinados personajes característicos.6 Además de la persona que sueña, estos personajes son los agresores psíquicos, el personaje auxiliar, los agresores físicos, espectadores y víctimas. Los agresores psíquicos utilizan el lenguaje verbal o los gestos para intimidar, por ejemplo un profesor que no permite al soñante hacer un examen por no estar en la lista. Los personajes auxiliares tienen la función de ayudar al soñante cuando algo negativo ocurre en el sueño. Por otra parte, los agresores físicos pueden ser personas o animales.
Desde una perspectiva distinta a la terapéutica, el surrealismo preconiza también la observación de los sueños. Las revistas del movimiento ponen de moda la anotación de las fantasías nocturnas. En su obra Los vasos comunicantes (1932), André Breton expone su visión del fenómeno y, al mismo tiempo que reconoce la aportación de Freud, polemiza con él por encontrarla insuficiente.
Función psicológica y biológica de los sueños

El modelo de sistema nervioso que formuló Sigmund Freud está plasmado en su artículo «Proyecto para una psicología científica», de 1895, aunque publicado en 1954. Es un aspecto relevante que un artículo tan importante para una teoría sobre el entendimiento humano no haya sido publicado en los albores mismos de las hipótesis freudianas.
Freud suscribía la creencia de que el cerebro puede explicarse a partir, pero no solo a partir de su estructura física, por lo que manifestaba, contrariamente a como suele creerse, una postura propensa al fisicalismo. Característicamente, las hipótesis de Freud tras la interpretación de los sueños se infieren de estos supuestos. Consideraba a las neuronas unidades diferenciadas que, cuales recipientes de descarga de energía provenientes del sistema nervioso, propiciaban los impulsos y deseos descargados mediante una realización consciente. Conjeturó, entonces, que aquellos impulsos no descargados adecuadamente, eran sobrellevados inconscientemente en los sueños.
Las ciencias cognitivas y la moderna neurociencia niegan que este modelo tenga validez empírica. En particular, los psiquiatras Allan Hobson y Robert McCarley, a partir de las evidencias fisiológicas a disposición de la investigación, propusieron una teoría racionalmente plausible. El cerebro, sostienen ambos científicos, es un generador de estados oníricos. Cuando se activan regiones implicadas en los sueños, se desencadena información que el cerebro trata de ordenar a través de un proceso fisiológico. La región implicada es el pontino. Cuando una persona sueña, células nerviosas del bulbo raquídeo llamadas pons son cuarenta veces más activas. Se propone que son las responsables de iniciar el conocido MOR (Movimiento Ocular Rápido) o REM (en inglés) y las imágenes oníricas (a través de la activación de los centros visuales del cerebro).
Al estar despierta una persona, los movimientos que efectúan los ojos están a merced de centros más evolucionados que los pons. Cuando se realiza un movimiento con el ojo, el cerebro es receptor de mensajes que tienen la función de controlar la percepción. Bajo el sueño, las células nerviosas del pontino transmiten información sobre los movimientos oculares hasta los centros principales del cerebro. Ahora bien, dicha información consistiría, en ocasiones, en una llana incoherencia para el sistema cerebral que, en una persona despierta, comienza el movimiento de los ojos. Consiguientemente, se concibe al sueño como una forma de ordenar información, como una función biológica que intenta otorgar sentido a esa fuente de información incoherente. El absurdo de los sueños, teorizan ambos psiquiatras, es la falla del cerebro por integrar adecuadamente su propia información. El cerebro, tras recibir la información proveniente de los ojos en el MOR, intenta compararla con la fuente de datos disponibles en la memoria a corto plazo. Está confirmado por grandes especialistas. Aunque tal teoría puede encajar con el conocimiento actual al respecto, una gran parte de la comunidad científica niega su existencia dado que no solo deja muchos cabos sueltos al respecto sino que también evita cuestionarse cualquier necesidad de los sueños.
Los sueños en la mitología y el arte

Los sueños suponen para el ser humano un pasaje a mundos no relacionados directamente con la realidad. El primer indicio de la curiosidad humana por el sueño se remonta a la Grecia clásica, en cuya mitología aparece Hipnos como dios del sueño, hermano gemelo de la muerte no violenta (Tánatos) y hermano de las muertes violentas (Keres) y las diosas del destino (Moiras), entre otros. Se le consideraba hijo de la noche (Nyx), nacida a su vez del Caos. El sueño aparece, pues, vinculado a la muerte y la noche.

Más adelante, en diferentes escritos sobre la mitología griega, aparecen los hijos de Hipnos con una de las Nereidas, (Pasítea), llamados los oniros. Estos encarnaban cada uno de los posibles sueños, siendo liderados por MorfeoFobétor (o Iquelo) y Fantaso. Morfeo se aparecía solo en sueños de personalidades con forma humana, a diferencia de sus hermanos, que representaban animales, plantas o seres inanimados.

Más tarde Morfeo ha pasado a sustituir a su padre, aunque según algunos autores murió asesinado por Zeus. Morfeo presenta una temática muy atractiva para el arte: ha sido esculpido por Jean-Antoine Houdon y pintado por John William Waterhouse y Nicolas Poussin. Además, es protagonista de canciones populares, como Mister Sandman de las Chordettes, basada en su leyenda, u obras escritas como las novelas y cómics creadas por el escritor Neil Gaiman de las cuales destaca [[The Sandman]].

Tipos de sueños
Pesadillas: Una pesadilla tiene contenido atemorizante y/o emocional. Tendemos a despertarnos llenos de miedo en medio de una pesadilla, y esta sensación puede tener un impacto muy grande sobre nuestro ánimo durante el resto del día. Las pesadillas pueden originarse en traumas o abandono durante la niñez. En general, las razones por las cuales tenemos malos sueños pueden ser: estrés, traumas, miedos, inseguridades, insatisfacciones, y problemas de salud o de relación.
Sueños curativos: La terapia de los sueños es cada vez más popular, especialmente entre las víctimas de estrés pos-traumático que sufren de recurrentes pesadillas. Estas pueden usar los sueños lúcidos – sueños en los que somos conscientes del hecho de que estamos soñando – para “controlar” sus sueños y cambiar su naturaleza negativa. Esta terapia ha sido usada con víctimas de violación o asalto sexual, quienes pudieron mejorar sus vidas diarias y nocturnas ensayando sus sueños para hacerlos cada vez más agradables.
Sueños premonitorios: Hay numerosos ejemplos de sueños que parecieron predecir eventos futuros. Algunos lo hicieron por pura coincidencia, memoria defectuosa o una voluntad inconsciente de atar los cabos sueltos de datos conocidos. Se han realizado estudios de laboratorio sobre sueños premonitorios, clarividentes y telepáticos, que no han obtenido resultados sólidos.
Fases al dormir
Todos los seres vivos con sistema nervioso necesitan dormir, el ser humano no es una excepción, Si estudiamos la actividad eléctrica del cerebro de un sujeto mientras duerme observaremos 5 fases bien definidas:
Fase I: Somnolencia. Apenas cerramos los ojos y nos quedamos dormidos, el cerebro entra en el primer estado, esta primera fase es una especie de zona intermedia entre el estar despierto y dormido. La tensión muscular decrece y la respiración se suaviza. Suele pasar durante estos momentos que si se despierta al dormido durante esta etapa, reaccionará con rapidez y negará haberse quedado dormido.
Fase II: Sueño superficial. Las ondas del cerebro se alargan y regularizan. Se bloquean todos nuestros sentidos, si bien el sueño en esta etapa todavía no es del todo reparador.
Fase III: Sueño medianamente profundo. Las ondas cerebrales aumentan en tamaño y lentitud. Las funciones de todo el organismo en su conjunto son cada vez más lentas. En caso de despertarnos en esta fase, nos encontraríamos ciertamente desorientados.
Fase IV: Sueño profundo. Se entra en la total inconsciencia. Un electroencefalograma revelaría ondas cerebrales extremadamente largas y suaves. Es donde logramos el sueño más profundo, y por lo tanto, donde nuestro organismo puede recuperarse tanto física como psíquica-mente. En caso de haber sueños durante esta etapa, no serán como ver una película, sino juegos de formas y luces.
Mientras una persona poco a poco cae en el sueño, y pasa progresivamente por estas fases, la actividad del cerebro dibuja un patrón de ondas lentas. Pero tras seguir avanzando en la fase IV ocurre algo fascinante. El dibujo del electroencefalograma vuelve súbitamente a dibujar una tormenta de líneas sin sentido, un trazado caótico que nos indica que el paciente está despierto, pero si observamos a la persona, la vemos completamente dormida, y no solo está dormida, si intentamos despertarla nos costará aún más que en la fase IV. Es el sueño más profundo, y si conseguimos despertarla nos dirá, probablemente, que estaba soñando. Si nos fijamos en sus ojos cerrados, advertiremos que debajo de los párpados los ojos bailan con movimientos rápidos. Es la fase V: el sueño REM (rapid eye movement). El sueño REM es tan característico que al resto de fases se les suele llamar sueño no-REM. REM se acompaña de sueños intensos y ricos en contenido, colorido y sensaciones.
Durante el REM, el flujo sanguíneo del cerebro se acelera y la respiración se hace también más rápida y entrecortada. El cerebro deja de emitir señales a la médula espinal y nuestra musculatura está quieta, lo que impide llevar los sueños a la acción. REM es el estadio de los sueños vívidos, donde si se despierta a una persona, probablemente recuerde fragmentos de sus fantasías. Luego de 10 minutos de REM se vuelve a descender en los estados del Sueño Quieto (las cuatro primeras fases). Los cuales se irán turnando cíclica-mente con las fases REM durante toda la noche.
El ciclo completo de REM y Non REM dura unos 90 minutos. En las primeras horas de la noche, predomina el REM. Por la mañana se recorre el circuito del sueño completo cuatro o cinco veces más. Está demostrado que la fase REM disminuye con el paso de los años. Al nacer, esta fase ocupa más de la mitad de nuestros periodos de sueño. Un adulto medio suele dedicar un 20-25% de su tiempo a esta fase, mientras que se va reduciendo conforme envejecemos. Cuando nacemos, tenemos solo dos de las cinco fases: sueño profundo, y fase REM. La causa es simplemente evolutiva, ya que si tuviéramos el resto, necesitaríamos mucho más tiempo para dormir y no podríamos comer tan frecuentemente como necesitamos a esa tierna edad.
Estimulación del cerebro durante el sueño
Se refiere a sistemas para la estimulación cerebral durante el sueño y métodos para aumentar la intensidad de los sueños o para dirigir el tema de los sueños de un sujeto.  
Los métodos implican administrar a un sujeto una molécula de energía del cerebro  o un hipnótico (puede ser una droga-z, benzodiazepina, un barbitúrico, un antidepresivo, o un medicamento natural del sueño) y proporcionando al mismo tiempo, durante el sueño restaurador, una estimulación sensorial. Esto con el fin de aprovechar esta dinámica para mejorar la salud neurológica. 

Así, el sistema puede ser utilizado para la formación del cerebro. En algunos casos, el sistema podría inhibir la pérdida de memoria debido a la demencia, por ejemplo: el Alzheimer.