REX - Mira Batista, quiero contarte una historia que quizás te oriente mejor una respuesta. Hace muchos años atrás, cuando yo era aun un estudiante de secundaria debía dar una prueba de castellano, sabía que era más o menos difícil y yo no había estudiado lo suficiente. Había adoptado como norma el persinarme como parte del ritual preparatorio para abordar el trámite de dar aquel control, y como siempre, así lo hice. Cuando me persiné, justo en el momento, el profesor de la asignatura me vio el gesto y sonrió con ironía, al momento de salir de la sala y dejarnos solos. La prueba era de dos filas, A y B, de modo que no era posible copiar al compañero del asiento contiguo, pues estos eran individuales y el más cercano realmente estaba muy distante. Además el profesor hizo un segundo gesto que sólo yo ví, se nos quedó mirando por escondido detrás de la puerta por un momento, observando nuestros gestos y verificar que no intentásemos copiar.
Para entonces, ya el ritual de la persinación había sido sólo un gesto vacío, no teníael fondo ni la convicción del conocimiento aprendido, pues no había estudiado lo suficiente.
Al día siguiente, aquel profesor de apellido francés, para mi sorpresa me hizo entrega del resultado de la prueba, sólo a mí. El resultado era predecible, pues mis horas de dedicacón no habían sido lo suficiente. Al resto de la clase les entregó los resultados 2 semanas después, como era lo habitual en él...
BATISTA - Bueno Rex, y ¿qué crees que pasó...?
REX - ¿Realmente quieres saberlo?, tengo cierto temor a ser pedante, pero no creo estar equivocado, la idea que tengo es que una amiga de ella sentía cierta atracción hacia mí, y sintió celos por el obsequio que le hice a su amiga, sin entender en el fondo porqué lo hacía. Sus celos la hicieron imaginar lo peor, lo que sumado a un fuerte carácter, influyó para que su amiga mostrara la tarjeta. El resto era predecible, una enorme avalancha de emociones grupales y presunciones equívocas, sumadas a una indesmentible mala fe de ciertas personas, permitieron que el acontecimiento derivara en lo que ocurrió finalmente.
BATISTA - ¿Arrepentido?
REX - No puedo decir que no, pues eché por la borda una carrera universitaria, una profesión, e incluso una forma de vida en una mala e irreflexiba decisión tomada en un minuto. Sin embargo el problema es más profundo, el problema es que dejé de confiar en la gente, en mucha gente, pues en lo personal me sentí muy mal juzgado e incluso, crucificado moralmente. Quizás lo peor es que yo aún no me perdono.
BATISTA - ¿Y el contenido?
REX - El contenido creo que era bueno, la imagen obtenida de un video congelado y tratado con paint, para el momento en que fue creado era bastante bueno. En lo que respecta al contenido escrito creo que aún era mejor; tuve la desafortunada idea de probar un sistema que me permitiera "recoger impresiones emocionales positivas del pasado" (yo diría con técnicas de teatro), y vertirlas en el papel, algo así como una antología de las mejores emociones y sentimientos nobles que haya sentido en mi vida y traspasarlas en palabras...
Debo señalar que en general, mi forma de expresar a través del escrito es bastante básico y más aún en lo concerniente a la expresión de sentimientos, diría yo que la forma de expresar mis sentimientos ha sido más bien parecido al escrito de un inventario de una bodega que a transmitir sentimiento. Ahora, cuando quise transmitir algo de lo que pude haber sentido en aquella área amocional, el resultado francamente no puedo decir que fue el mejor ni el esperado, más bien todo lo contrario.
BATISTA - ¿Hay rencor, qué sientes ahora?
REX - El tiempo y la terapia permite superar muchos sinsabores, quizás algo de frustración emocional por el hecho de no haber continuado ejerciendo la profesión, especialmente en lo concerniente a aspectos innovativos de la metodología de enseñanza-aprendizaje de deportes. Está claro que el fondo del obsequio ni siquiera fue tomado en cuenta y sólo se quedaron con una preconcepción primaria e infantil, incluso ahora diría con una serie de inventos con el abierto interés en producir daño y menoscabar mi propia moral y personal autoimagen. Puedo señalar ahora que yo jamás quise hacer daño y caramba que ellas me lo hicieron a mí.
BATISTA - ¿Desilusión?
REX - Yo diría que sí, algo
BATISTA - ¿Algún Secretillo?
REX - Por supuesto, no sólo uno sino mi vida sería muy fome. Que podría contarte ahora... déjame pensar un poco... ¡Hum!, ya se: Mi visión de mí mismo es de alguien cuya vida es la de un autentico "chivo expiatorio comunitario", de modo que en mí recaen muchos de los sinsabores que la gente detesta, de modo que más aun, la gente que me rodea se contagia de esta característica, más aún le ocurre esto a la gente a quien yo más quiero. Mi amor para con mi hijo e hija y padres debe ser a la distancia para evitarles el dolor que yo siento en mi alma en cada uno de mis días, a mi hija sin ir más lejos la he visto menos de de 10 veces en mi vida, y eso pareciera ser lo mejor al menos por ahora. Bueno ahí hay un secreto muy íntimo que corroe paso a paso mi corazón y mi alma.
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