jueves, 19 de septiembre de 2013

CUANDO EL DESEO DE DESCANSAR SE HACE IMPOSTERGABLE

     Se que es lo único que nos hace común a todos y  es obviamente una verdad inevitable que está al acecho. Incluso esta verdad puede llegar antes de tiempo, como casi me ocurre hace poco tiempo. Ahora, debo decir, en el mejor casos, el desenlace puede llegar a una edad avanzada, casi como debiera ser. En tal caso, dicho descanso llegaría como una bendición. 

miércoles, 18 de septiembre de 2013

CONMIGO MISMO

- Acabo de redescubrir que puedo plantear mis interrogantes personales a modo de metalogo, y  escribir sobre la tremenda decepción que es hacerse partícipe de mi vida sin atreverse a vivir la propia, darse cuenta que el modelo elegido, está muy lejos de la perfección, es más, ni siquiera la concibe como parte del grupo de creencias valóricas que harían concebible siquiera pensar en un perfeccionismo utópico.
- ¡Si tu lo dices!
- Así es, yo lo planteo. Pues quien mejor sabe qué me gusta, qué deseo,  qué es lo que puedo, y qué es lo que me atrevo hacer, ser, y/o experimentar.
     Estoy consciente que es mi mente la que tiene el conflicto, pues mi cuerpo, dentro de sus inimaginables potencialidades ha podido regenerarse, no sólo, hay que asumirlo que con un esfuerzo considerable profesional y tecnológico de terceros,  de un tremendo accidente. No hay otra forma de explicar que yo no haya muerto en él. Las reacciones realizadas fueron muchas, y tuvieron como única orientación salvar mi vida. Estoy cierto que si aquella misión se la hubiera encomendado a mi mente consciente, en este momento no estaría escribiendo esto y mi epitafio señalaría la fecha del mes de abril. Mi metabolismo más primitivo es el que ha salvado mi vida aunque, desconoce qué podré hacer próximamente con ella, pues mi mente y el cerebro, con mucha probabilidad no se encuentra a la altura de las circunstancias.
- Parece que te saliste del tema que me querías plantear...
- Tienes razón. Lo que quería plantear se relaciona en algo que escribí hace algún tiempo en este sitio sobre ser algo así como el "submarino amarillo", de entidades más livianas y sutiles, pero que no comparten mis singularidades y creencias,  y además se atreven a juzgar algunos de mis actos. ¿Es acaso que soy aun tan salvaje?, ¿Es que acaso mi mente aun pertenece al de algún primate escapado de un zoológico?...
 

viernes, 6 de septiembre de 2013

CUANDO EL CUERPO PIDE AGUA: Un jeringazo es la respuesta que me hizo alucinar...

     Así es. Llevaba más de un día sin tomar agua, mi cuerpo estaba seco y mi piel resquebrajada. De mi brazo izquierdo emergían unas "mangueritas" que terminaban en bolsas plásticas que pendían de unos ganchos.
     Mi cuerpo dolía, aunque podía mitigarlo si presionaba un interruptor que inyectaba analgesia, aunque hacia sentir mucho calor y aumentaba mi sed.
     A cargo del cuidado de mi persona estaba una enfermera de lentes muy delgada que eventualmente se acercaba a mi cama para preguntarme si necesitaba algo.
- Agua, le respondí, tengo mucha sed.
- Don "R", espéreme un momento, voy a ver que puedo hacer.
- ¡Hum!, parece que conseguí una aliada. Bueno saberlo. Ojalá me de un poco de agua.

      Y cumplió, aunque pasó bastante rato volvió con lo que necesitaba. Con una jeringa grande, que con mucho cuidado puso en mi boca, una cantidad que debía superar los 180 cc hicieron que quedara gratamente  impresionado de aquella persona, pues lo hizo con cariño.

     Al poco rato sentí que mi cuerpo se refrescaba y al cerrar los ojos comencé a alucinar... con ella, la musa que me dio el jeringazo con agua.