HASTA
QUE DESPERTÉ: ¿PERO DÓNDE?
Me
encontraba atado de pies y manos, y estaba acostado en una cama tipo mecano. Lo
último que recordaba es que había tenido un accidente en la ciudad de Rancagua
y yo había quedado lesionado. Una vez constatado este recuerdo verifico
nuevamente la situación, de mi brazo izquierdo constato que emergen varias
mangueritas que van hacía unas bolsas plásticas que penden de una especie poste
pequeño con ganchos. Había varias de estas bolsas que enviaban, imagino,
medicamentos a mi cuerpo. Mi otro brazo se encontraba inmovilizado y los dedos
estaban como aprisionados en una funda color azulina. Sentía como si el hombro
estuviese afiebrado.
En
aquella sala estaba solo. Una puerta corredera de vidrio entreabierta me
permitía ver el poco movimiento que había en el hall contiguo. Debía ser de
noche sin duda, y yo me sentía algo afiebrado.
Intenté
llamar a alguien para pedirle agua para beber pero la gente que circulaba por
el hall parecía no escucharme. Desconocía quien era quien, enfermeras,
paramédicos, auxiliares de aseo, todos con una función específica, con uniforme
específico, pero que para mí era absolutamente desconocido. Como también lo era
la imposibilidad de tomar agua para la sed.
Debía
estar en Santiago, en la Mutual sin duda, pero ¿hace cuánto tiempo?
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