miércoles, 4 de marzo de 2009

OTRA DE SISIFO: EL TAO

Una forma en que entiendo el concepto de Tao es "el camino", aunque para ser más purista con el término tao, si eres capaz de definirlo con algún concepto, entonces aquello que definiste no es el tao. Probablemente para un purista, el termino tao y camino no sean lo mismo, sin embargo, para hacer más operativo el concepto oriental de tao, conviene acercarlo a un vocabulario más occidental, y encuentro que "el camino" es lo más parecido a lo que plantea este vocablo chino.

Es francamente muy breve la experiencia que tengo con el tao y la idea expresada por Sísifo y su particular modo de sobrellevar su existencia castigada después de muerto: disrutar la calidad, la excelencia y la creatividad en el marco de lo que sea lo que fuere que estuviese haciendo. Recordemos que Sísifo debía transportar un pesado peñasco montaña arriba, y una vez llegado a la cima, tirarlo abajo por el despeñadero, en forma eterna. Dicha actividad debía realizarla día a día. Sísifo resolvio su diaria rutina, realizando lo mejor posible dicha tarea, y es más intentando disfrutar el proceso.





La idea que me surge en relación a Sísifo y el tao se refiere explicitamente a la posibilidad de realizar los movimientos necesarios para realizar una tarea corporal y rutinaria, casi usando la gracia del tai chi, ahorrando energía y dándole fluidez y gracia al gesto. La idea surgió justamente cortando bolsas plásticas en un gesto que se repite por horas y horas. El agotamiento corporal llegó a ser inmenso, pues en un comienzo usaba muchísima fuerza en el gesto, como tratando de descargar toda la rabia que tenía acumulada por años de frustraciones y sinsabores personales y sobre todo profesionales. El agotamiento había consiguido opacar la rabia, pero el exceso de ácido láctico en mi espalda y cuello impedían que disfrutase la supuesta no rabia. Me encontraba en el ejercicio cuando de pronto surgió en mi mente la posibilidad de realizar el gesto técnico como alguna vez lo hizo un carnicero, según un cuento que hace ya muchos años escuche o leí.



Creo que una buena forma de comprender el tao es siguiendo el flujo del movimiento del agua. El agua se guía encontrando el camino que le permita trasladarse con el menor esfuerzo posible, la verdad es el agua siempre ocupará el espacio vacío y que no le signifique esfuerzo ocuparlo.

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