La sensación de verse
invadido en lo más íntimo, atenta contra la propia integridad personal. Es la
absoluta falta de respeto a la dignidad humana y con ello, mi propia dignidad.
Erróneamente, pensaba que ver en el océano del inconsciente colectivo me daría cierta
ventaja, pero claramente no lo ha sido, claramente más bien ha sido todo lo
contrario. Quizás lo único que me alentaría sería saber y comprobar que lo que
para mí es intimidad, también puedo verlo en otras personas con total libertad.
Se
que no soy yo el que siente en el sueño, pero lo siento, en términos de
sensaciones como si lo fuera, y no me gusta claramente lo que siento si es que
yo no deseo sentirlo. Así de simple, si yo lo deseo, sencillamente lo disfruto
y listo, pero si no lo deseo y lo recibo, obviamente no es agradable.
Escuchando
a aquella parte de mi psique, que me indica lo conveniente verme como si yo
fuese mi propio padre dándome lecciones de cómo ser, quizás mejoraría mi visión
de la realidad, y más aún, mi forma de conducirme.
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