Me encontraba
con mi padre en una habitación de una casa, él estaba acostado y con el
pijama celeste con el cual fue puesto en el ataúd. El papá, llevándose la mano
al pecho me decía que estaba sufriendo otro infarto.
El sueño era muy real, como si yo hubiese
estado en aquel lugar mientras él fallecía.
También soñé con mamá, ambos salíamos de una
casa ajena, era una de las casas de Gabriela Mistral, ella ya se había ido
hacía mucho, de modo que la salida de la casa estaba muy bloqueada. Viendo esa
situación, le decía a mi madre una posibilidad de salir por la izquierda, ella
prefirió hacerlo por una estrecha apertura por la derecha, le hice caso y la
seguí.
En otro momento, posiblemente en el interior
de la casa, había muchos niños y niñas, de unos doce a catorce años. Había muchos libros en estanterías. Yo en ese
momento la idea de que existe lectura para todo tipo de lectores, y que esta,
de alguna forma hacía que se reforzara el tipo de pensamiento al que se adscribe.
Había una jovencita que se me había acercado,
desconozco quien era pero había mucha afinidad hacia ella (surge en mi mente de
modo espontáneo la imagen de una persona de sexo femenino, más joven que yo y
que conozco que me simpatiza, aunque he tenido muy poco trato con ella, es muy
amable).
Cuando me dirijo hacia la calle, siento que
me quieren eliminar, el lugar es muy solo y es de noche. Algunos vehículos
transitan por la calle. Yo voy en bicicleta y logro evitarlos. Las personas que
intentan eliminarme leen otro tipo de textos diferentes a los míos.
De alguna forma siento que los textos que he
leído no son los que debería haber leído. Más en lo profundo, surge la imagen
sensación de “El reencantamiento del mundo”. Pero también tengo claro que ese
texto que me gustaría terminar de leer y comprender bien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario