Procure primero comprender… y después ser comprendido.
Sencillamente
se vieron pobres con eso, y se dieron cuenta del equilibrio que tenías.
Enseña
al niño a seguir fielmente su camino, y aunque llegue a anciano no se apartará
de él.
Así
como estoy, si llegara a andar en moto y esta se ronceara hacia el lado
derecho, ¿podría apoyar mi brazo para protegerme mejor? Mi respuesta a esa
pregunta fue, “realmente me la puso difícil”, creo que mi respuesta sería no.
Lo más probable es que jamás vuelva a subirme a mi moto a conducirla.
Deja de mirarme, me decía esa voz
femenina, pero si eres tu quien se anda mostrando, mi vista se va sólo de forma
espontánea, y mi mente configura la imagen también de la misma forma; ¿acaso quieres
que pierda también esto?, que al fin de cuentas, ¡es lo que aún me hace humano!
En la intimidad de mi mente me doy
cuenta que siento mucha pena saber que fui, al menos en esto tan pero tan
inocente. Antes de entregar esa tarjeta con el resultado de ese “experimento
mental emocional” y que probablemente nadie creería, sentía que mi cuerpo me
quería decir algo; algo así como que no lo entregase. Era algo parecido a la
vez que escuché siendo niño, justo antes de subirme a la barra y caerme de ella con dolorosas consecuencias.
Qué más puedo hacer ahora sino lamentar las consecuencias. Algo en mí me
avisaba que no lo hiciera, pero el objetivo ya estaba trazado y bastaba sólo
apretar el botón… el desastre era sólo una de las consecuencias que había.
No era siquiera algo que lo veía como
de mayor cuantía. Más aún, recuerdo en momentos antes, haberme negado a pasarle
la tarjeta pues quise escuchar y hacerle caso a esa negativa interna. Incluso,
haberle sugerido que de pasárselo, casi en tono de súplica, lo leyera y lo
guardara o destruyera, pues no debía ser visto por ninguna otra persona y haber
escuchado la respuesta de que eso ella haría. Perdí mucho con esa traición,
perdí la confianza en la gente y en la juventud, perdí la posibilidad de
continuar creciendo y creyendo en una profesión. Al menos en ella, en la
profesión, era capaz de desarrollar creatividad. Y sentirme a gusto en ella,
aunque me mantuviera, sin tomar conciencia, atomizado, en una pequeña caja de
fósforos que es una aula de clases.
Regma, no se si fue idea tuya la de
haberla mostrado a tu compañera, o fue ella quien te la arrebató de las manos,
la leyó e interpretó lo que quiso, para después mostrársela a otra gente. Es
posible que yo nunca lo sepa. Lo que si se es que aquel experimento dio un giro
en mi vida pues aunque yo sé que para mí era algo sano e inocente, lo
transformaron con la interpretación indebida en algo oscuro e impío, y con ello
destruyeron gratuitamente mi reputación y mi anhelo profesional. Era mal
pagado, es cierto, sí, tenía alumnos problema, claro que los había, pero todo
podía ser sobrellevado con mis ganas de estar ahí y de creer que lo que hacía
estaba bien y lo hacía con el mayor respeto posible.
Pato tampoco creyó en mí, al menos
eso sentí. Debe ser quizás esa una de las razones por la cual me alejé de él
aunque en verdad ahora me gustaría verlo.
Mi cosecha actual es pobre pues no
supe plantar las adecuadas semillas, ni supe elegir el tiempo justo. ¿Qué puedo
hacer ahora que he ido tomando conciencia de ello? Por el momento, sólo
aferrarme a la tabla que encontré flotando en el agua, al igual que yo, y aferrarme
a ella usándola como salvavidas, no es el mejor salvavidas pero es lo que
tengo, si sigo flotando y aguantando más tiempo, y sigo vivo, es posible que
encuentre una tabla más grande o incluso una balsa o un bote. El Titanic se
hundió y sólo había que saltar al agua para salvarse lo mejor que pude. Mi
tabla es lo que tengo y es mejor que nada, por el momento es mi salvavidas y la
quiero.
Respecto a mi hijo, lo considero un
descalabro, una traición sin medir ninguna consecuencia, al haber cometido su
acto. Si yo lo hubiera hecho, definitivamente no me lo hubiera perdonado nunca
a mí mismo, Es parecido a cuando me referí a mi padre de un modo inadecuado y
me duele, me avergüenza tan sólo recordarlo, pues sencillamente nunca se lo
mereció y fue incluso cruel. Ni siquiera intento disculparme porque estaba bajo
la influencia de esa maldita droga. El dolor que siento es tan inmenso y
profundo que, aún a varios meses después de su deceso, mis ojos se humedecen
con lágrimas y me hace sentir indigno de su cariño e indigno de haber sido hijo
suyo.
Pregúntenme acerca del uso de drogas
y alcohol y solo puedo responder que muchas de las cosas que me arrepiento de
haberlas hecho, fueron cometidas en momentos en que me encontraba bajo la
influencia de algo de eso, y he debido sobrellevar mi vida con esa carga.
¿Realmente quiero que los demás lleven también una carga y un sufrimiento
parecido?
¡No me queda claro cuál es el aporte
tuyo!
Es tan impresentable lo tuyo que me
parece increíble pensar que lo que cuentas que vives sea real. Nadie es capaz
de soportar tanto maltrato y continuar como si nada.
¿Quién eres y por qué viniste para
acá?
- Buena pregunta, esta que surge de mi
inconsciente y voy a tratar de responderla. Primero que nada soy una persona
normal, un hombre de edad madura que comienza a preocuparse algo más de la
salud propia. Soy un ex profesor que ejerció docencia pero que tuvo que
alejarse, defraudado de la profesión, del ambiente laboral y de mí mismo.
Soy también, una persona que vive el
proceso de convertirse en una mejor persona a través de la experimentación de
vivencias diversas. Si hubiera que dar una definición en un “lead” este sería
“una persona inquieta que vive a través de distintas acciones”. Ahora, la
respuesta a la segunda parte de la pregunta es simple, sólo llegué acá porque
debía trabajar en algo y esta era la alternativa que me ofrecía la empresa para
la cual trabajo. Luego de regresar de
una prolongada licencia por un accidente de tránsito, y que me mantuvo al borde
de la muerte. Acá trato de hacer un buen
trabajo, dentro de lo posible.
- Sin darle vida a eso, ya viste más.
- ¿Qué es eso?
- Tu dolor le dolió más a ellos.
- ¿Dolor Físico o emocional?
- ¿Qué crees tú?
- ¡Estás en el mundial ya! Con eso te
digo todo.
- Tu norte ya vio más.
- Me dices eso con mucha convicción.
Pero te tengo que confesar que mi norte no está definido. Sólo sé que hago lo
que hago porque me gusta y me hace sentir energía, casi tanto como cuando era
joven. Por supuesto que hay diferencia, ahora ya prácticamente no consumo nada,
sólo la farmacología recetada por los médicos como terapia para el dolor.
- Sabe Dr. He tenido, estos últimos
días impresiones algo extrañas. Luego de dormir un rato me he incorporado
sintiendo que soy mi padre. Usted recordará que él falleció hace algún tiempo…
- Sabe, lo que me está contando es
normal, recuerde que usted estuvo grave, vivió lo que se llama una situación
límite, estuvo al borde la muerte. Es normal que a veces tenga ese tipo de
sentimientos.
No puede haber amistad sin confianza, ni
confianza sin integridad.
- Al respecto, me gustaría decir que
soy una persona íntegra, sin embargo, si observo con detención mi comportamiento,
mis pensamientos, y más profundamente mis sentimientos, me doy cuenta que no lo
soy tanto. Para ser honesto, no sé si el problema es la excesiva capacidad para darme cuenta de mí
mismo, o la excesiva autocrítica a la cual me expongo, que en oportunidades
llega incluso a la autoflagelación mental, metafóricamente hablando.
Ahora yo me plateo, el problema se ha
radicalizado, y hay una desmedida sub apreciación que llega a afectar al
comportamiento completo de mi persona.
Fue tremendo el problema en que te
metieron y tú captaste bien esa situación. Ahora quedaron todos preocupados
pues también se dieron cuenta.
Tu detalle vale más que el de muchos
de ellos, pues también se dieron cuenta de la variedad de recursos que
dispones. Por supuesto, cambiaron de parecer cuando salieron ellos en eso. Se
rieron menos, claro, es obvio, ya no había motivo de alegría, al menos como
ellos pensaban que era la felicidad.
Tu automovilismo vale más ahora que
nunca por eso. Una mala maniobra te permitió ver más, pero eso no significa que uno deba realizar malas
maniobras todo el tiempo para poder ver adecuadamente.
…Y me pillo preguntándome muchas
veces en el día, ¿qué tan integro soy? Creo que ya se ha vuelto un tema patológico
esto del auto análisis.
Debo ser sincero con lo mío.
La escases de ideas siempre vio más.