¿En qué vale la pena esforzarse y sembrar para cosechar? ¿Estoy aun a
tiempo para hacer algo?
Una respuesta
sería perseverar en el dominio de sí mismo.
Más
vale pájaro en la mano que ciento volando. Probablemente debido a la visión de
ir de mal en peor. Prefiero aferrarme a una posibilidad que me mantenga a flote
si es que el barco se está hundiendo; una suerte de balsa o salvavidas, y con
ello tratar de hacer lo mejor posible hasta encontrar otra opción mejor.
El corazón de
la administración personal efectiva, trata de las cosas que no son urgentes,
pero sí importantes: por ejemplo, construir relaciones, redactar un enunciado
de la misión personal, la planificación de largo alcance, la ejercitación, el
mantenimiento preventivo, la preparación, todas esas cosas que sabemos que hay
que hacer, pero que solemos eludir, porque no son urgentes.
Las personas
efectivas no se orientan hacia los problemas, sino hacia las oportunidades.
Alimentan las oportunidades y dejan morir de inanición a los problemas, piensan
preventivamente.
A veces, lo
bueno es enemigo de lo mejor.
Procure primero
comprender… y después ser comprendido.
Deshazte de eso y quedas
mejor… - no sé si quiero.
No puede huir de problemas en los que se ha
metido usted mismo.
El problema es que apostamos mal, eso es todo.
Tiramos muchos de los dados en donde creíamos que era la mejor opción y resulta
que habían otras mejores.
Nadie dijo nada sobre eso.
Lo que es malo, es malo y eso es todo.
En qué parte de la espiral va tu
circumambulación.
He comenzado a practicar más la técnica de las
premisas. Es una forma muy abreviada de realizar un entrenamiento autógeno y
eutónico para mantener el autocontrol en
la realidad onírica, facilitando un despertar descansado.
¡No quiero jugar a eso!
¡Que tengas buen día!
No me arrepiento de
haberte conocido, ni el tiempo de haber compartido mi vida contigo. Si lo
hiciera…, Y más aún si no te hubiera conocido, nuestro hijo no hubiera
existido. Y aunque él no quiera saber nada de mí, yo lo quiero y lo querré
siempre profundamente.
Tengo algo y puedo tener
algo mejor.
En lo que sea, tratar de
ser más o menos competente.
Actualmente tengo algo
más o menos seguro, no es mucho pero es más o menos seguro. Debo estar atento a
cualquier oportunidad de algo mejor económicamente, por cierto que me guste más
y también más seguro.
Ya no ves tonteras… Me
dice esa voz interna (mi Pepe Grillo personal). Diría en respuesta a mi afición
a ver ciertas películas con mucha piel femenina. (Lo más honesto es que tengo
que admitir claramente: “no puedo decir que no me gustan”). Si este
“sacrificio” me permite estar mejor en mi lugar de trabajo, entonces vale la
pena.
Por qué te metes en mi
mente y haces usufructo de esta si no aceptas mis propias condiciones
personales, recuerda que soy yo el que desea. Quizás es
esa la razón de por qué me ha ido tan mal en todo, pero eso no te da el
derecho, a menos que yo te pida, de manejar el timón de mi propio barco. A
veces te lo pediré y otras debes ser capaz de aceptar que mis propias pulsiones
internas e íntimas salgan a flote y que disfruten.
Te “cacharían” menos
competente.
Salieron más que bien
evaluadas siempre y se dieron cuenta de tu capacidad mental.
Fue tu error el que vio más.
Debo ser honesto. Ser capaz de reconocer y asumir que en
este momento actual, mi vida es claramente la cosecha de lo que en alguna
oportunidad comencé a sembrar. No sé si la tierra era la mejor, tampoco sé si
las semillas fueron las mejores pero yo soy el agricultor y poco puedo hacer
con esta cosecha.
Sigo pensando que sigo siendo el protagonista de mi
propia película, quizás una mediocre película pero es la que he protagonizado.
No puedo echarle la culpa a nadie de esta obra. Pero me asalta una duda, ¿es
esta la mejor versión de lo que alguna vez pude haber sido?, quizás me faltó
entusiasmo, o quizás fue que me fue difícil ver las mejores prioridades para
elegirlas y perseverar en ellas.
“Abuenarse” consigo mismos es lo mejor, en definitiva es
lo único propio, propio. Es más, cuando mejor y más vivo me siento es cuando soy yo mismo y me doy permiso para serlo.
El lenguaje propio nos permite comunicarnos, tanto con
los demás como consigo mismo. Es la parte que escuchamos de nuestros
pensamientos y de nuestra claridad mental.
Podría decir acerca de cómo somos y cómo decimos que
somos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario