domingo, 3 de marzo de 2019

ESQUIZOFRENIA PARANOIDE

El título de la entrada indica todo. Puedo estar solo pero no me siento solo. Para algunos quizás sea la compañía de Dios, para mi, si Dios es así, en realidad es un Dios molesto y autoritario, un aguafiestas que se me manifiesta incluso en sueños para hacerme vivir la culpa desde hace mucho.
El encarnamiento de los principios diría otro. Quizás eso sea, no puedo decir que no me guste esa idea, pero, esa conciencia permanentemente, esa consciencia que no descansa, esa que hace que te ha que guiar, orientar, e incluso dirigir hasta el más mínimo pensamiento es una tortura que llega a cansar. Por fortuna esa conciencia de culpa va quedando en el pasado, ese test de Rorschach proyectado en las paredes, cuadros, pantallas de TV , casi en forma imperceptible se fueron desdibujando. A veces surgen los recuerdos molestos y, como tal, realmente molestan. Cada vez más me atrevo a ser yo mismo y no sentir incomodidad, e incluso,no sentir vergüenza.
Con todo esto dentro de mí, con todo esto en mente, realmente no me siento capaz de ejercer como terapeuta, por más que haya dedicado gran parte de mi vida a leer y  estudiar sobre el tema.
No me siento capaz incluso de ser padre. Ni siquiera a ser un profesor. Por más que lo haya intentado, incluso con estudios universitarios.
Lo único que siento que puedo hacer medianamente bien es vivir mi vida y seguir algunas reglas, con la esperanza cierta de poder llegar a un buen puerto y decir al final de mis días que mi vida valió la pena y no estuve acá en este mundo sin sentido alguno.

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