NAVEGANDO EN LA SUPERFICIE

Tantas décadas navegando, sumergido bajo la superficie que la sola idea de salir a tomar aire hace que la vida sea más vivible y más real.

 Asumir que me haya atrevido e incluso disfrutado esa inmersión en el inconsciente, confundiendo muchas veces las realidades de sueños y vigilia, me permite decir que poseo experiencia para manejar de alguna forma ambas realidades y sacar provecho de ellas. 

¿CONTACTO CON MI ANIMA O UNA REALIDAD MENTAL DE CONFLUENCIA?

     Apenas desperté, desde mi interior,  escuché una voz femenina diciendo me sentía igual que él, no logré identificar de quién era. No era mi nahual pues no venía desde fuera, sino de mi mismo cuerpo-mente, luego recordé los conceptos de anima y animus de Carl G. Jung, ¿era mi anima a quien escuchaba?

     Intenté indagar de quién se trataba dicha voz-pensamiento y aunque surgieron varias candidatas estás eran más bien mis deseos más íntimos que dichas personas, sin embargo una de ellas luego se configuró con mucha claridad. Es probable que sea esa persona de TOD. Paradojalmente la conversación se relaciona mucho con el tema planteado hace un par de años a una dentista amiga. 

     Desde hace semanas he querido conversar con ella de manera sería sobre una idea concerniente a ellos, sin embargo la veo muy alejada, es como si ella también se hubiese dado cuenta del vínculo que se ha generado con el tiempo. Quizás esté asustada y claramente no quiero generar ningún lío con nadie.

UN MOMENTO DE ENCANTO...

Es la sonrisa, si voz, el encanto de su persona. Aún recuerdo que adquirí un libro de poemas para estar a tono en la sensibilidad y el afecto. Han pasado mucha agua bajo el puente pero el reflejo de tu imagen sigue ahí presente. Eres parte de aquellos hermosos momentos que son dignos de atesorarlos en un ahora omnipresente. Cuando ese ahora comienza a transformarse en una incuestionable levedad, tu haces que ese momento se ilumine tan solo con una sonrisa sentida tuya y en el entorno se transforme en algo mágico.

NADA HACIA PRESAGIAR

Estaba despertando, específicamente en aquel estado denominado hipnopómpico. En forma espontánea escucho con claridad la frase "nada hace presagiar..." La señal dada por la mencionada frase fue de tal magnitud que me desperté algo sobresaltado, intentando unir posibles cabos sueltos que fueran explicación a dicha frase. La frase en cuestión rondó mi mente en variados momentos, manteniéndome intranquilo una buena parte del día, aunque no hubo muchos elementos que hubiesen roto la plana rutina que se dió.

     Pasó un fin de semana y aquel lunes, una profesora, luego de saludarme me hace un comentario de una crudeza casi irreal, un tren había arrollado a una joven, que estudiaba en el instituto. Algo sobresaltado le pregunté si la conocía y asintió afirmativamente. Para mí mismo me dije una lástima, ojalá no sea alguien que conocía. Con algo de temor inquirí al respecto, y pregunté si sabía el nombre de la víctima, ella asintió con la cabeza y me dió su nombre. Al escuchar el nombre, al menos por un momento no lo relacioné a nadie conocido, sin embargo ese momento fue demasiado breve, luego cuando reaccioné, era claro que conocía a la persona, fue profundamente doloroso comprobar de quien se trataba y más doloroso aún, que nunca más vería su sonrisa ni escucharía su voz. Era una atractiva, simpática y popular joven de tan sólo 20 años.

     Desde aquel momento, la imagen de su recuerdo ronda mi mente y he de llevar una suerte de duelo por esta sensible pérdida.

     Pasaron algunos días para que surgiera en mi mente nuevamente en forma espontánea aquella frase con la que desperté: "Nada hacia presagiar..."

     

PUEDE SER UN ROSTRO Y UNA FORMA DE SER

Muchas personas pueden englobar la lista del gusto, incluso del mucho gusto. Son menos quienes están en la lista de la ilusión mágica, aquella en la cual, por uno u otro motivo su sola presencia hace que el día tenga sentido y llene el corazón, mientras que su ausencia sea como una espina clavada en el pecho. 

Por uno u otro motivo esa ilusión mágica puede desarrollarse y prosperar en un nosotros o por el contrario, diluirse hasta casi desaparecer. El tiempo de presencia o de ausencia puede claramente influir en ello. Pero también influye la intención de construir algo juntos, conocernos y reforzarnos mutuamente. No basta aquella ilusión mágica del encandilamiento inicial, aún cuando haya sido un hermoso recuerdo para ambos. Pero el tiempo puede borrar incluso aquellos recuerdos y con ello ese sentimiento inicial, aún cuando aún haya gusto por esa persona. Quizás un símil sería el de una fogata que arde muy fuerte en principio pero que se deja de alimentar con leña, hasta que finalmente el fuego se apaga.

ERRORES GARRAFALES

      Uso de drogas, escuchar malos consejos y tomar malas decisiones, algunas experimentaciones psicológicas sin medir consecuencias, acciones temerarias llevando mi capacidad física al límite, alejarmiento de preceptos éticos, incluso, en ocasiones, el involucramiento en problemas ajenos, la falta de definición de objetivos y propósitos de vida.

     En la actualidad, dada mi edad, el encarnamiento de principios valóricos ciertamente pasa la cuenta, dolores corporales hasta la indecible o noches insomnes hacen ver hasta los más mínimos fallos en el comportamiento personal, cuyas características simplemente no es posible obviar y que comienzan a hacerse patente en las consecuencias ulteriores, sean estás los evidentes lesiones físicas, mermas de funcionamiento corporal, perdidas de trabajo y/o profesiones o incluso mermas de potencial financiero propio. 

Terquedad, obstinación, poca visión, temor, temeridad, falta de consciencia e incluso escaso intelecto para darse el tiempo de tomar decisiones reflexivas.