Me subía a una moto grande, poderosa. Demasiada máquina para mi capacidad de maniobra y de reacción.
Estuve a punto de caerme en varias oportunidades, ya estaba consciente que lo había hecho anteriormente, y con gravísimas consecuencia para mí salud. Hoy ya a seis años recién vengo a recuperarme, aunque no del todo. Hay algunas secuelas que me van a acompañar de por vida.
No debí haber hablado de más ni haber chateado sobre mis último devenir. Otra vez pequé de inocente.
Veía al compañero Barbano tratando de mirar lo que no debía, estaba claro en su obsesión
viernes, 12 de abril de 2019
FRAGMENTOS DE UN SUEÑO
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario