domingo, 10 de abril de 2016

SUEÑO: ¡Pepita de higo...Pepita de higo...!

¡PEPITA DE HIGO, PEPITA DE HIGO…!

Me comunicaba con voz melancólica, casi sollozante, mi hijo Ricardo: él era un niño y yo iba montado en él, mientras gateaba en cuatro patas. Antes de eso, había saludado y conversado con Manuel Díaz, hermano de Bruny y de los hijos de él, primos de Ricardo. Los primeros se veían muy contentos mientras que mi hijo no. Incluso Manuel me convenció que no le mencionara siquiera que lo había visto en sueños.


        Luego de rememorar el sueño y, más aún, de escribirlo me sentí profundamente conmovido, me invadió una profunda pena que incluso me hizo sollozar. Recordé varias veces en el día el episodio onírico y todas las veces me sentí con mucha pena.

No hay comentarios:

Publicar un comentario