Mi sueño era inundado por mi pensamiento y compartido con mi compañera, era como si ambos estuviésemos pensando lo mismo e incluso el hijo de ella también participara de la comunicación casi de manera impertinente. No era amor, éramos compañeros, es decir nos hacíamos compañia e incluso sabíamos disfrutar de nuestra sexualidad cariñosamente juntos. Ya éramos adultos y obviamente éramos ya personas grandes y más maduras
domingo, 28 de octubre de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario