miércoles, 25 de febrero de 2009

FENOMENOLOGIA DE SISIFO

En mi vida, confieso que he leído y he escuchado muchísimos relatos. Tengo la impresión que uno de ellos, y que ha rondado mi mente con mayor frecuencia es el de la Fábula de Sisifo. Este relato, definitivamente lo relaciono con Víctor Frankl y la ineludible necesidad de encontrarle sentido a la vida, aún cuando uno llegue a vivir una de las realidades menos deseables posibles.


Conviene recordar que Frankl tuvo que ejercer su misión de psiquiatría al interior de campos de concentración de la Alemania Nazi, y siendo él un Judío más, debía infundir la fe necesaria para que sus compañeros de infortunio continuaran viviendo, y no intentarán atentar en contra de su vida, aún cuando todos sabían que el infortunio de la cámara de gases estaba humeando permanentemente y que a cualquiera le podía tocar. Hay que hacer ver que este psiquiatra tuvo la dicha de llegar a contar lo que ocurrió al nterior de aquel campo de concentración, en la segunda guerra mundial.


La Fábula de Sisifo se encuentra en una dimensión muy parecida.


El personaje de marras era Sísifo, alguien cuyo comportamiento en vida no fue del todo ético deseable, de modo que al morir su alma fue condenada a padecer un trabajo forzado y sin sentido. Por toda la eternidad había sido condenado a subir una enorme piedra a la cima de una montaña, y una vez arriba botarla al llano. Tal tarea le tomaba prácticamente todo el día y debía hacerla, como señalé más arriba, por siempre, día tras día. El trabajo era arduo, rutinario y sin objetivo aparente.


Por un tiempo, Sísifo tuvo que realizar su pesado trabajo. El castigo para él era evidente y probablemente se lo tendría merecido, pero realizarlo por toda la etenidad, era algo absurdo. El tema es que debía subir el pesado peñasco uno y otro día hacia la cima de la montaña, y al llegar arriba botarla por la quebrada. Al principio podía parecer una aventura nueva, pero hacerlo por siempre, eso era algo difícil de comprender. El tedio era enorme día tras día, pero conforme iba pasado el tiempo y la situación no cambiaba, el estado metal de Sísifo cambió, comenzó a comprender que erá él quien debía cambiar desde su interior para poder encontrarle sentido a lo que le acontecía. Su forma de hacerlo fue sencillamente realizar la tarea lo mejor posible, y su tarea ya era claramente identificable. Cuando Sísifo descubrió que podía mejorar su desmepeño día a día, incluso pudo comenzar a disfrutar su proceso diario, pues ya había dejado de ser rutina, e incluso podía comenzar una nueva forma de existencia. Había podido romper el esquema de castigo que se le había dado.

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