BREVES PALABRAS ACERCA DE LA FELICIDAD

     Al parecer, cuando se vive feliz, cuando se tiene una vida de felicidad es mejor ni divulgarlo. Simplemente hay que vivir y disfrutar, pues de lo contrario, basta tan sólo hacer un comentario al respecto para que algo ocurra, y una serie de acontecimientos adversos vayan apareciendo y minen el estado de felicidad. 

     ¿Es que acaso el estado de felicidad es así de frágil que una vez alcanzado, mejor ni darlo a conocer para no ser "torpedeado" por la envidia quizás de quién o incluso de dónde?

UNA PREGUNTA QUE NO TUVO RESPUESTA SATISFACTORIA EN SU MOMENTO

Hace unos diez años atrás, quizás un poco más, en el contexto de una charla motivacional a un grupo de empresarios ofrecida por una sicóloga de renombre televisivo, y ya en en la etapa de las preguntas y respuestas, le hice una pregunta, a propósito de una frase que suelo escuchar en muchos agentes motivacionales... "Hay que hacerle caso y seguir a los sueños"... A la profesional que estaba en el escenario le pregunté, casi con inocencia si había diferencia para ella, entre sueño y anhelo, me respondió que no lo había. Ahora, después de pasados los años, recorde dicha alocución, y con esa idea en la mente, más algunos pasos de la técnica de "focusing", llegué a la respuesta... 

El sueño que me entregó la respuesta no fue sólo uno fue una seguidilla de historias oníricas, cuyo desenlace y en el estado hipnopómpico recibí la respuesta... Yo anhelo ser sicólogo... Mis ojos se llenan de lágrimas de emoción mientras escribo... Es muy probable que ya esté muy viejo para ello.